Los vendedores de cigarros electrónicos están enfrentando una dura situación con la comercialización de sus productos, luego de que la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris) lanzara la alerta sanitaria por los riesgos a la salud que implican su uso. Imagen Noticias, con Ciro Gómez Leyva, platicó con algunos comerciantes en diferentes puntos de venta en la Ciudad de México. "El GP es el más chico, está en 120 pesos, tiene 400 fumadas. El 800 Pro Maxime, en mil 500, y el más grande, dos mil 500 fumadas. El Pro cuesta 150, que es el de mil 500 fumadas, el de 400, en 120 pesos. “Ya no me han surtido porque ya no se venden, es que como hay competencia. "El pro lo estamos dando en 130, porque hay competencia y ni así lo vendes. Antes sí era negocio y me echaba 10 al día, ahora son dos”, explicó un comerciante. Hoy, los cigarros electrónicos se venden de manera más reservada, pues las máquinas expendedoras que se encontraban en plazas comerciales, restaurantes o vinaterías, a las que cualquiera podía acceder, incluyendo menores de edad, han sido retiradas. "El que se recarga es de cartucho y te sale en $350, pero el cartucho te sale en cinco mil, y el cartucho que está en 150 los compran al boom, duran una semana. Me compran entre 25 y 18 al día, a los menores se les pide identificación, mientras estés regulado y verificado no tienes problemas de la Cofepris, no verifica, por eso estoy regulado”, comenta el vendedor. Los comerciantes saben que hoy se puede vender con tranquilidad, sólo con un amparo, ya que de 800 que ha promovido la organización México y el Mundo Vapeando, han ganado 100, esto, para ellos, contribuye a un mayor descontrol y mercado negro, señala Juan José Cirión, presidente de este grupo civil. Hay quienes venden con amparos, existen otros empresarios que tienen amparos en contra de los decretos presidenciales de exportación e importación. En el mercado hay gente que, con amparos, puede comercializar, puede importar. Y hay otros que están comercializando sin tener ningún amparo ni para un lado ni para el otro, entonces tenemos un mercado negro grisáceo”, comentó Cirión. Un mercado estimado de 1.5 millones de personas, según esta organización, y que legisladores federales que buscan imponer impuestos a este producto, han estimado un total de 964 mil consumidores. Ése es el tamaño de lo que hoy sigue sin tener una definición por parte de las autoridades: regular o prohibir. --

Con información de Excélsior