Si el presidente López Obrador triunfa en su objetivo de controlar al sector eléctrico, tendrá otro obstáculo: el gobierno de Estados Unidos Está relativamente cerca de triunfar el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en su pretensión por controlar desde su gobierno todo el sector eléctrico.  Tiene dos caminos para lograrlo. Uno de ellos es la Ley Eléctrica de 2021, que fue el primer paso aprobado por el Congreso. El segundo es la Reforma Eléctrica constitucional, iniciativa de la cual se tuvieron recientemente los foros del parlamento abierto.  En el primer caso, el gobierno de AMLO se topó con la pared de los amparos, debido a que muchas empresas consideraron inconstitucional las nuevas disposiciones y muchos tribunales hicieron lo mismo, paralizando sus efectos.  Sin embargo, la Comisión Federal de Competencia Económica interpuso una controversia constitucional ante a Suprema Corte de Justicia, que podría resolver la semana próxima el tema. La ministra Loretta Ortiz realizó el proyecto judicial que se votará, en donde no se considera inconstitucional la Ley de 2021. Ella ha declarado que es el Estado el que debe garantizar el acceso a la energía eléctrica, por lo que, si los ministros respaldan su proyecto, el presidente López Obrador habrá triunfado.  En el segundo caso, las cosas dependen de la negociación política. AMLO declaró ayer que en abril debería votarse en el Congreso la iniciativa de reforma constitucional. Esta iniciativa, sin embargo, requiere mayoría calificada, es decir, dos terceras partes del Congreso, lo cual sería factible, en la Cámara de Diputados al menos, si los legisladores del PRI se suman al bloque de Morena-PT. Es este escenario la iniciativa sería ajustada en ciertos aspectos para que pueda aprobarse. Los ajustes, sin embargo, serían un maquillaje, porque no se tocaría la esencia para garantizar a la CFE su poder.  Los nimios ajustes versarían sobre el derecho de las comunidades a generar energía y habría cambios semánticos mínimos en cuanto a la generación distribuida y a la rectoría del Estado sobre la transición energética. En ese caso López Obrador también habrá triunfado.  No obstante, si el Presidente triunfa por cualquiera de los dos caminos tendrá otro obstáculo: el gobierno de Estados Unidos, porque la representante comercial de ese país, Katherine Tai, afirmó el viernes que las políticas energéticas de México son muy preocupantes para los intereses estadounidenses. Es grave. Ese país no se quedará quieto esperando a ver cómo Palacio Nacional viola flagrantemente el T-MEC.  EL BARRIO RUSO  La colonia San Miguel Chapultepec, en la Ciudad de México, también conocida coloquialmente entre los vecinos como el “barrio ruso” por la gran cantidad de rusos que viven en ella —dada su cercanía con la Embajada de ese país—, luce apagada desde hace tres semanas. Debido a la guerra, varios de sus habitantes regresaron a su país, o prefieren guardar sigilo en el vecindario. POR CARLOS MOTA

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