Un suicida con un coche bomba, respaldado por talibanes paquistaníes, atacó el viernes un extenso complejo de las fuerzas de seguridad en el noroeste de Pakistán, cerca de la frontera con Afganistán, y provocó un intenso tiroteo en el que murieron al menos seis insurgentes, dijo la Policía.

El incidente ocurrió en Mir Ali, una ciudad en la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, explicó Irfan Ali, un agente de la policía local. La onda expansiva de la explosión causó daños en casas cercanas, añadió.

Al menos un soldado murió mientras respondía al ataque de insurgentes armados que trataron de entrar al complejo, indicó Afzal Khan, otro agente de policía. El ejército no realizó comentarios.

El ataque se produjo pocos días después de que Pakistán y Afganistán acordaron un alto al fuego tras días de enfrentamientos transfronterizos que dejaron decenas de muertos y cientos de heridos en ambos lados. La tregua, que comenzó el miércoles y está previsto que expire el viernes por la noche, fue negociada con la ayuda de "países amigos" que instaron a Islamabad y Kabul a prorrogarla.

La prensa local reportó que Qatar se ofreció a albergar conversaciones de paz entre Pakistán y Afganistán en su capital, Doha, aunque ninguna de las partes confirmó la oferta.

En una rueda de prensa, el portavoz del Ministerio de Exteriores, Shafqat Ali Khan, dijo a reporteros que no estaba en posición de compartir información sobre posibles conversaciones con Afganistán, y que emitirían un comunicado cuando se produjera el diálogo.

El alto al fuego continúa, agregó el vocero, que se negó a especular sobre una posible ampliación de la tregua.

Ali dijo que Islamabad quería que Kabul impida que se use suelo afgano para lanzar ataques a territorio paquistaní y manifestó que los recientes ataques de Pakistán sólo tenían como objetivo escondites de insurgentes.

Pakistán ha sufrido un repunte de los ataques insurgentes desde enero, en su mayoría atribuidos al talibán paquistaní, o Tehrik-e-Taliban Pakistan. Esto ha tensado la relación entre las dos naciones vecinas, ya que Islamabad sostiene que el grupo está recibiendo refugio en Afganistán.

El ejército paquistaní lanzó esta semana múltiples operaciones contra la insurgencia en la región y mató 88 insurgentes, de acuerdo con funcionarios de seguridad y la policía local.

Los enfrentamientos de esta semana entre los dos países fueron los más letales desde 2021, cuando el talibán tomó el poder en Afganistán tras el colapso del gobierno respaldado por Occidente, coincidiendo con la retirada de las fuerzas de Estados Unidos y la OTAN después de 20 años de guerra.

La tensión a lo largo de la frontera es elevada desde la semana pasada, cuando Kabul acusó a Islamabad de llevar a cabo un ataque en la capital afgana, una afirmación que el gobierno y el ejército de Pakistán no han reconocido. Sin embargo, funcionarios de seguridad paquistaníes dijeron que el ataque tenía como objetivo a Noor Wali, el líder del TTP.

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Los talibanes paquistaníes compartieron un video el jueves en el que se afirmaba que Wali estaba vivo y escondido en algún lugar en el noroeste de Pakistán.

Con información de Latinus