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Los restaurantes tradicionales también deberán integrar IA en al menos la mitad de sus funciones principales
19:30 viernes 21 noviembre, 2025
Tecnología
La ciudad china de Shanghái avanza con rapidez hacia la asombrosa robotización de sus restaurantes con inteligencia artificial (IA).
Con más de 26 millones de habitantes, este centro neurálgico de la economía del gigante asiático ha puesto en marcha un ambicioso plan oficial que pretende que, para 2028, más del 70 % de las cadenas de comida rápida, cafeterías y cantinas incorporen sistemas robóticos inteligentes en todas sus fases operativas.
Los restaurantes tradicionales también deberán integrar IA en al menos la mitad de sus funciones principales.
Este impulso institucional, sumado a la creciente presencia de robots en locales comerciales, está convirtiendo a Shanghái en el principal laboratorio mundial para los servicios automatizados.
¿Cómo son los nuevos robots en restaurantes de Shanghái?
Por ejemplo, en un concurrido centro comercial, una pizzería resume bien esta transformación: un robot humanoide equipado con inteligencia artificial para conversar da la bienvenida a los clientes, los acompaña hasta su mesa y despliega en una pantalla los platos más populares.
Establecimientos de grandes cadenas alimenticias mundiales que operan en Shanghái, ya experimentan con modelos similares, cuyo papel, por ahora, se limita a la atención al público, pero que pronto comenzarán a operar también en las cocinas.
La ciudad ha dejado atrás las primeras innovaciones centradas en robots camareros y menús escaneables mediante códigos QR, pues la tendencia actual apunta a restaurantes totalmente autónomos, donde la IA gestione la preparación, supervisión y entrega de alimentos.
Para ello, el gobierno promoverá la construcción de cocinas centrales robotizadas, las cuales estarán interconectadas mediante redes de datos.
Estas instalaciones serán equipadas con brazos articulados de alta precisión, sensores térmicos avanzados y sistemas de visión computacional capaces de reproducir miles de recetas con exactitud en cuestión de minutos.
Más tecnología, pero con riesgo al mercado laboral
El plan de acción establece que los locales de comida rápida deberán incorporar robots freidores, robots arroceros, dispensadores inteligentes de bebidas y máquinas automáticas para ensamblar hamburguesas.
Además, las autoridades apoyarán a las grandes cadenas y proveedores de catering en la construcción de cocinas automatizadas que integren procesos de lavado, cocción y envasado sin intervención humana.
Aunque el impulso se acelera ahora, Shanghái inició esta transición hace varios años, con los primeros comedores comunitarios robotizados ya funcionando en la ciudad, donde brazos mecánicos fríen, hierven, hornean o cocinan al vapor decenas de platos.
En estas “cocinas inteligentes”, los propios robots empaquetan la comida y los comensales solo deben pasar su bandeja por una caja registradora dotada de IA que calcula el precio automáticamente.
Los desarrolladores que colaboran con el gobierno anticipan que la próxima generación de robots contará con una sofisticada “IA culinaria”, entrenada en miles de recetas para garantizar precisión en sabor, textura y presentación.
Paralelamente, los robots recepcionistas evolucionarán gracias a modelos generativos capaces de interactuar de forma más natural con los clientes y ofrecer recomendaciones personalizadas en función de su perfil emocional.
Empresas como Botinkit ya prueban estos avances, como con su robot cocinero Omni, capaz de medir temperatura y sazonar en tiempo real, el cual se integra como asistente en cocinas profesionales.
“Los robots pueden cocinar platos tan deliciosos como los chefs humanos”, sostiene Chen Rui, ejecutiva de la compañía.
Sin embargo, la expansión de la automatización genera inquietud laboral. Un estudio de la Universidad de Fudan, ubicada precisamente en Shanghái, estima que los puestos operativos podrían reducirse un 78 %, mientras que los trabajos técnicos, como ingenieros de IA, calibradores sensoriales o diseñadores de experiencias gastronómicas algorítmicas, podrían aumentar hasta un 200 %.
Analistas advierten además de desafíos culinarios específicos, como la precisión en técnicas y preparaciones especiales en la comida china, que aún resultan difíciles para las máquinas, por lo que existe el riesgo de homogeneizar sabores o desplazar identidades gastronómicas regionales.
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Con información de Excélsior