El Aeropuerto de Lisboa registra este fin de semana largas colas de viajeros que critican la falta de información y el poco margen de aviso tras la cancelación de decenas de sus vuelos, que, según la entidad, se debe a la crisis que viven otras instalaciones internacionales. ANA – Aeropuertos de Lisboa justificó que esta crisis está causada por las “limitaciones” que sufren “varios aeropuertos internacionales” y en un comunicado difundido a la prensa recomendó a los pasajeros que contacten con sus compañías aéreas antes de ir al recinto aeroportuario. Este domingo, la página web de la entidad indica que hay unos 40 vuelos cancelados, pero ANA ha informado de que solamente 22 de ellos (11 llegadas y 11 salidas) han sido cancelados hoy, mientras que los otros trayectos fueron anulados hace días por otras causas. Estas alteraciones han afectado a trayectos tanto nacionales como internacionales, que salían o llegaban de localidades como Múnich, Oporto, Dublín, Londres, Málaga, Roma o Madeira. El sábado hubo cerca de 65 vuelos que no se realizaron, a los que se sumaron las cancelaciones y desvíos registrados el viernes tras la avería de un avión privado, que según medios locales iba a ser utilizado por el presidente de Guinea Bissau, Umaru Sissoco Embaló. En su comunicado de este domingo, ANA ha asegurado que han implementado medidas para apoyar a las compañías aéreas, especialmente en la instalación de puestos de atención a viajeros para reprogramar vuelos. “Fueron también reforzados los equipos de apoyo a los pasajeros y distribución de agua”, añadió. Mientras tanto, cientos de viajeros critican la falta de información y medios en la espera para obtener un nuevo vuelo y algunos de ellos denuncian estar aguardando una solución desde el viernes sin haber obtenido respuesta de sus aerolíneas, recogieron medios locales. La situación vivida en Lisboa se ha replicado esta semana en otros aeropuertos europeos, como los de París o Londres, así como en Estados Unidos, que han registrado la cancelación y retraso de decenas de vuelos por falta de capacidad de las instalaciones o por huelga de trabajadores. UNA CRISIS ANTIGUA Pese a la situación crítica del aeropuerto lisboeta este fin de semana, esta instalación sufre desde hace semanas colas de viajeros por falta de medios de la empresa, lo que ha llevado a que las autoridades refuercen los servicios de atención tanto en el control de pasaportes como en el de maletas, entre otras medidas.

Además, se discute desde hace años la necesidad de ampliar este aeropuerto, que ya ha excedido su capacidad máxima y que corre el riesgo de tener que rechazar vuelos en 2023. UN NUEVO AEROPUERTO Por esa cuestión, el Aeropuerto de Lisboa fue objeto de polémica esta semana, ya que el ministro de Infraestructuras y Vivienda luso, Pedro Nuno Santos, publicó una orden ministerial para avanzar con su ampliación sin informar al primer ministro portugués , António Costa. Costa revocó dicha orden y, con un comunicado de su gabinete, recordó que los grandes proyectos de infraestructuras deben consensuarse con la oposición y siempre se ha de informar al presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa.

Tras ese escándalo, Costa y Nuno santos dieron por zanjada la crisis, mientras continúa el debate sobre dónde y en qué plazos construir la ampliación del aeropuerto. Se manejan como alternativas para construir el nuevo aeropuerto las localidades de Montijo y Alcochete, ambas al otro lado del Tajo, al sur de Lisboa.

-- Con información de López-Dóriga Digital