La Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) registró este año una disminución significativa en el número de recomendaciones emitidas, pasando de 18 en 2024 a sólo 5 en 2025, lo que representa un decremento del 72%. Este comportamiento ha generado críticas de colectivos de personas desaparecidas, como Voz y Dignidad por los Nuestros, así como de activistas que cuestionan el compromiso de la institución con la defensa de las víctimas.

Frente a estos señalamientos, la titular Giovanna Itzel Argüelles afirmó que el desempeño de la CEDH no debe evaluarse únicamente con base en la cantidad de recomendaciones emitidas. Sostuvo que existen otros indicadores que reflejan resultados y que está dispuesta a que el trabajo de la comisión sea medido también a partir del análisis de otras comisiones estatales del país.

Argüelles justificó la limitada utilidad de las recomendaciones como parámetro único al recordar el caso de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, que con una población mayor y más densa emite entre siete y ocho recomendaciones al año. Según explicó, esta cifra demuestra que el número de resoluciones no necesariamente determina la eficacia institucional.

La titular puntualizó que la CEDH cumple dos funciones principales: la prevención y la defensa de los derechos humanos. En ese sentido, aseguró que su administración ha puesto especial énfasis en la prevención de violaciones a derechos, apostando por el fortalecimiento de normas y protocolos que reduzcan riesgos y atiendan problemas estructurales dentro de las instituciones públicas.

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La funcionaria destacó que la labor preventiva incluye visibilizar deficiencias sistémicas y garantizar la no repetición de abusos, señalando que estos procesos, aunque menos visibles que la emisión de recomendaciones, también representan un eje fundamental en la protección de los derechos humanos dentro del estado.