A dos años y cuatro meses de que llegó la pandemia de covid-19 a San Luis Potosí, actualmente se contabilizan 700 restaurantes que se mantienen cerrados, señaló Eduardo Kasis Chevaile, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac). En el punto más álgido de la pandemia, cerca de 2 mil 600 unidades de negocio cerraron, porque no pudieron sostener sus gastos, afortunadamente, la mayoría de establecimientos logró la recuperación y la reapertura, sin embargo, 700 establecimientos no corrieron con la misma suerte.  Si bien, el sector restaurantero, se ha ido recuperando paulatinamente, el cierre de 700 establecimientos, representó una baja dramática para el sector, el cual aún sigue padeciendo de estragos como la falta de personal, debido a que la mayoría ha migrado a la industria, por lo inestable que se volvió trabajar con un ingreso bajo el esquema de propinas.  “Todavía vemos muchos lugares que eran espacios de restaurantes que están vacíos, como en los centros comerciales, se ven muchas cortinas cerradas con lonas de ‘se renta’, y negocios de franquicias que se están traspasando. Es un tema muy duro y complejo, porque estamos hablando de inviabilidad a la operación”.