Tremendo escándalo en el que se ve nuevamente involucrado César D’Alessio, de 30 años, después de que la noche del pasado 26 de octubre, él y su novia Renata Escorcia, de 25, estrellaran su auto contra otro mientras circulaban por las calles de la CDMX. Según nos relata el afectado, de nombre Josué, de 34, fue la novia de D’Alessio quien venía manejando a exceso de velocidad cuando se impactó contra su vehículo, resultando heridos él y Renata; ambos carros quedaron totalmente destrozados, por fortuna no hubo vidas que lamentar. La noticia se dio a conocer hasta el 2 de noviembre, ya que un medio de comunicación ('Suelta la Sopa') captó a César en el lugar del accidente, pero éste lo negó; sin embargo, los involucrados fueron llevados a la Fiscalía de Investigaciones en la Delegación Benito Juárez para rendir sus declaraciones, y posteriormente fueron trasladados al Hospital de Xoco, pero ahí tanto César como su pareja huyeron sin pagar los daños.  

-Josué, ¿qué fue lo que pasó?

“Eran aproximadamente las 11:45 de la noche del pasado martes 26 de octubre, yo circulaba por las calles de la colonia Iztaccihuatl, estaba trabajando y me dirigía a dejar un pedido de la empresa para la que laboro; di vuelta en una calle y de repente un auto de la marca Suzuki viene frente a mí a exceso de velocidad, venía a más de 100 kilómetros, comienza a zigzaguear y me impacta de frente”.

-Continúa...

“Todo fue muy rápido; al momento del impacto, la chava (Renata) que iba manejando el otro auto se bajó y corrió al poste de la cámara, tocó el botón de pánico y se fue corriendo hacia Tlalpan, quiso darse a la fuga desde ese momento”.

-¿Por qué crees que se quiso dar a la fuga?

“Resulta que ella venía muy rápido porque la venía siguiendo una ambulancia; antes de golpearme a mí, ya había golpeado a otro auto, esto me lo dijeron los paramédicos de la ambulancia, ellos venían siguiéndola porque ella venía huyendo de un impacto anterior”.

-¿Pero regresó?

“Cuando llegó la patrulla, fueron en su búsqueda y la regresaron al lugar de los hechos; ella estaba en crisis como de ansiedad, venía totalmente alcoholizada y drogada, al igual que su novio (César); él no venía manejando, pero también se veía mal, venía tomado, no podía hablar bien y estaba muy prepotente”.

-¿Se acercaron a ti para ver cómo estabas tras el choque?

“Para nada, a la chica la subieron a la ambulancia, y él sólo hablaba por teléfono; a la media hora llegaron la mamá y el hermano de la chica, ellos sí se acercaron conmigo para ver que todo estuviera bien. Les expliqué que sólo quería que se hiciera cargo de los gastos médicos y que pagara el arreglo de mi coche”. -¿Después qué ocurrió?

“Estuvieron hablando con ella, pero sólo se escuchaban gritos y comenzaron a discutir; después, el hermano de ella regresó conmigo y me dijo: ‘Haz lo que tengas que hacer, procede legalmente, ya que no nos hace caso y no podemos ayudarla; desde que anda con este muchacho se ha perdido en adicciones, con alcohol, drogas y muchos pleitos legales’. Me dijeron que lamentaban la situación, que sabían que no había sido mi culpa y se retiraron. Me sorprendió que el mismo hermano me dijo: ‘Es una pena el estado en que viene (Renata)’”.

-De parte de César, ¿llegó alguien?

“Sí, llegaron dos tipos, guaruras que mandó llamar él, parece que eran trabajadores de su mamá o de su hermano, y ya no se separaron de él”.

-Dinos más...

“A Renata y a mí nos subieron a una patrulla para llevarnos a la Delegación Benito Juárez; llegando, nos pasaron al médico legista. Ella venía con una lesión en la cabeza y yo con distintos golpes en todo el cuerpo, por eso nos mandaron al Hospital de Xoco”.

-¿Ahí en la delegación ya fue que les tomaron la declaración?

“Estuvimos como dos horas y media y nunca nos tomaron declaración, el único que declaró fue el policía que nos encontró en el lugar del choque y nos puso a disposición”.

-¿Luego qué sucedió en el hospital?

“Cerca de las cuatro de la mañana nos llevaron custodiados por policías, ella con una mujer y yo con un hombre; llegando, me pasaron a revisión y alcancé a escuchar que ella decía que quería ir a un hospital particular. Total que mientras me estaban revisando, como a las siete de la mañana entró el policía y me dijo que Renata se había fugado... no entiendo cómo se escapó, teniendo a una policía detrás de ella; es irreal, a no ser que le hayan dado dinero para comprarla”. -¿Qué explicación te dio la policía?

“Sólo me dijeron que iban a investigar a esta mujer policía para vincularla por la fuga de Renata, pero hace unos días supe que sigue laborando, no le hicieron nada”.

-¿Tú regresaste a la delegación?

“Sí, me llevaron de regreso a las ocho de la mañana, mientras que la responsable seguro estaba en su casa durmiendo”.

-¿Y qué te dijeron?

“Nada, no me dieron ningún papel, sólo me dijeron que me reservara mi derecho a declarar hasta que haya audiencia del caso”.

-¿A César no lo volviste a ver tampoco?

“No, pero algo que me molestó mucho, es que cuando estuvimos en la delegación, antes de llevarnos a Xoco, César estaba afuera esperando a su novia y amenazó a mi familia, que tambien estaba afuera; les  dijo que éramos unos muertos de hambre y que no nos iban a pagar nada, que si yo levantaba algún cargo nos íbamos a arrepentir, que no sabía con quién me estaba metiendo”.

-¿Llamaron a los seguros?

“Ninguno de los dos llamó al seguro, yo no tenía y supongo que ellos tampoco, de lo contrario ellos no tendrían por qué haber huido sin pagarme un solo peso. Mi auto es un Chevy 2004, está reportado como pérdida total; lo único que les pedía es que se hicieran cargo de su error. Les recuerdo que yo estaba trabajando y ellos venían de fiesta, y no quieren hacerse responsables de su delito, por el contrario, fueron prepotentes”.

-¿Tú ya regresaste por tu auto?

“Sí, el martes dos de noviembre, tras siete días del percance, fui por mi auto al corralón, acudí con una grúa para arrastrarlo, pero al día de hoy, el vehículo de ella (Renata) sigue ahí; continúa siendo prófuga, no firmó ningún papel y nadie ha dado la cara”. “No sólo lo aseguro yo, el policía que declaró también lo dejó asentado, y por la forma en la que ambos actuaban y hablaban, no venían en sus cinco sentidos; de hecho, varios vecinos también lo notaron, no sólo yo”.

-¿Cuáles fueron las secuelas que te dejó este accidente?

“Esguince de cervicales, debo usar collarín durante tres semanas, y una fisura en una de las costillas de mi lado derecho; además tuve golpes en el brazo y piernas. Los médicos me indican que cuando deje la faja y el collarín, me realizarán una nueva valoración para ver si requiero de alguna terapia o ya estoy bien”.

¿Todos los gastos médicos han corrido por tu cuenta?

“Sí, todo: médicos, radiografías, medicinas, el arrastre de mi vehículo; el transporte, porque me dejaron sin mi herramienta de trabajo. Además, mi coche traía placas de discapacitado, porque ahí transportaba a mi madre, que necesita terapias dos veces por semana y hemos tenido que recurrir a taxis; van más de cuatro mil pesos de todo lo que he gastado y no se vale que esta mujer (Renata) esté tan tranquila”.

-¿Qué les mandas decir por nuestro medio?

“Que se presenten, no les estoy pidiendo de más, lo único que les pido es que paguen los daños, y si tiene arreglo mi auto, lo llevamos, pero si no, ver la compra de algo de las mismas condiciones; es mi herramienta de trabajo y lo necesito”.

-Hasta ahora, ¿qué te han dicho las autoridades?

“La semana pasada me presenté dos veces en la delegación y me dicen que esta mujer sigue sin aparecer por su vehículo; entonces, en los próximos días se hará una audiencia en la que se deslindarán responsabilidades y verán quién es el culpable. No quiero un proceso largo, ni sacar beneficio alguno, sólo que se hagan cargo de lo que dañaron; si no, checaré con mi abogado, me recomendaron levantar una denuncia por amenazas, pues si huyeron de la policía, no sé de qué más sean capaces... nunca me habían amenazado”, concluyó.