La estampida de aficionados que la noche del sábado dejó 12 personas fallecidas en el estadio Cuscatlán, de San Salvador, durante un partido del torneo local de futbol, ha provocado sensibles traumas entre los sobrevivientes y conmoción en El Salvador, además de derivar en una dura y ejemplar sanción para el club Alianza, quien fungió como local en dicho duelo. De acuerdo con la prensa de El Salvador, el conjunto del Alianza será castigo por la federación de futbol y las autoridades de aquel país, con un año jugando a puerta cerrada en el Cuscatlán, además de una multa de 30 mil dólares y perdiendo el partido por 0-2 ante el FAS de acuerdo al reglamento. El percance ocurrió cuando apenas habían transcurrido unos 10 minutos del cotejo que fue suspendido y hasta los jugadores se sumaron a las tareas de auxilio. Según el cuerpo de seguridad, "las primeras informaciones apuntan a una estampida de aficionados que trató de entrar a ver el partido entre Alianza y FAS" violentando uno de los portones de la zona sur del estadio. El balance de la fatídica jornada, según el informe preliminar del director de la Policía Nacional, Mauricio Arriaza, es de nueve personas muertas dentro del estadio y tres más en los hospitales de la capital salvadoreña.   El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, no tardó en manifestar su pésame "a los familiares y amigos" de los fallecidos. Nosotros, junto con la FIFA y la comunidad mundial del futbol, acompañamos en el sentimiento a todas las personas afectadas, así como a la gente de la República de El Salvador, la Concacaf, la Federación Salvadoreña de Futbol y la Primera División de Fútbol de El Salvador en estos difíciles momentos", dijo Infantino en su comunicado. FUENTE: EXCÉLSIOR