Con la reforma de ley de telecomunicaciones y radiodifusión, nos han querido vender la idea de que quieren defender la soberanía mexicana a través de ella, pero realmente lo que presentaron en el Senado de la República fue una ley mordaza, con la que buscan apagar las voces críticas en el país, señaló en entrevista la senadora por el Partido Acción Nacional, Verónica Rodríguez. Detalló que "no quieren que la ciudadanía tenga de manos de los medios de comunicación e incluso de las redes sociales, la información sobre lo que está pasando en el país y solamente quieren a modo el decidir qué sí y qué no". Con ello, aseguró que en un futuro el gobierno puede establecer qué sí y qué no se puede publicar y qué información puede ser difundida a través de la radio o incluso, qué se puede ver o no en la televisión, lo cual es un atentado directo hacia la libertad de expresión de los mexicanos y la poca democracia que queda después de la aprobación del Poder Judicial. "Hoy con esto no está diciendo el gobierno de Morena que quieren el control absoluto", puntualizó. Aseveró que la decisión de bloquear las plataformas va a estar regulada a partir de reglas que establecerá la propia agencia del gobierno federal, por lo cual estará totalmente monopolizado para que dicha Agencia que busca sustituir al Instituto Federal de Telecomunicaciones sea quien establezca los criterios para realizar dichos bloqueos, quitándole la posibilidad de pensar fuera de la agenda que establezca el gobierno federal debido a que ahora ya no actuará de manera independiente. Reconoció que, gracias al esfuerzo que realizó la sociedad civil e interesados en que se revisará a profundidad dicha iniciativa, fue que se logró acordar mesas de discusión para que no fuera aprobada sin analizar ventajas y desventajas de la misma, además del impacto que tendría en el país. Únete a nuestro canal de WhatsApp para no perderte la información más importante 👉🏽 https://gmnet.vip/7Be3H

Aseguró que la iniciativa estaba diseñada para ser aprobada en fast track de un día para otro, pero gracias a la presión que ejerció la ciudadanía, fue que se logró detener dicha aprobación para ser discutida y analizada.