México va a la Cumbre con ambicioso plan de energías renovables que beneficiarán a la industria nacional, pero más a Estados Unidos México hará un anuncio importante en materia ambiental en la COP27, que se realiza en Egipto. Eso lo dio a conocer la semana pasada John Kerry, embajador especial de Estados Unidos en materia de “cambio climático”. No se trata de un anuncio cualquiera. Lo que adelantó es un giro de 180 grados del gobierno de nuestro país. México creará un polígono de energía renovable en Sonora, con el que se prevé instalar nuevas plantas para generar energía eólica, geotérmica e hidráulica, con una inversión pública superior a los 10 mil millones de dólares. La cifras y las letras parecen decir poco, pero vamos a dimensionarlo de otra forma: de entrada, se trata de plantas generadoras de energía sin combustibles fósiles. Serán 100 ecológicas. Con ellas pretende generar energía eléctrica para una parte de México y el sur de EU. No sólo eso. El proyecto busca atraer inversiones en materia de litio, electromovilidad y semiconductores.  Más aún, todo será manejado por autoridades mexicanas. Los trabajos estarán bajo la supervisión del gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, quien junto con la CFE, que encabeza Manuel Bartlett, y la secretaria de Energía, Rocío Nahle, trabajarán de la mano con una delegación estadounidense. Los detalles de este ambicioso plan se conocieron durante la visita que hizo Kerry, el pasado 29 de octubre a México. El encuentro estaba previsto para una hora, pero por el interés que generó esto estuvieron en una reunión que se prolongó por cinco horas. Más allá de los beneficios ambientales que traerá para los gringos, la cercanía con Sonora significa un punto estratégico, porque si logra México producir componentes para la industria automotriz, por ejemplo, eso significa que EU podrá dejar de depender de fabricantes de Asia y Oriente. Quiere decir que prefieren una fuerte inversión en México que depender de competidores comerciales, como los chinos. Esa es la verdadera razón por la que el gobierno de Joe Biden anunció con bombo y platillo que México dará un vuelco en su política ambiental y lo hará en la cumbre de las cumbres. La realidad, una vez más, sin embargo, es que el Tío Sam se mueve por un interés meramente económico que, bien aprovechado, beneficiarán, sin duda, a los mexicanos. Pero, insistamos, nuestros vecinos del norte no dan paso sin huarache. ••• Además del importante recorte presupuestal que enfrentarán los órganos autónomos, en 2023 deberán también encarar la embestida del oficialismo por intereses políticos rumbo a 2024. Es el caso del INE, que preside Lorenzo Córdova, porque sí o sí tendrá que hacerse a un lado para dejar que corra la Reforma Electoral de AMLO.  También los ojos están puestos en el INAI, que preside Blanca Lilia Ibarra, porque desde el Senado me dicen que cada vez está más complicado el escenario para designar a los dos comisionados pendientes.   Además, en marzo concluye su gestión Francisco Javier Acuña, con lo que sólo quedarían cuatro comisionados que, legalmente, estarían impedidos para sesionar y tomar decisiones en materia de transparencia y acceso de la información. ••• Se espera que a finales de este mes, entre el 26 y 27 de noviembre, Luis Inácio Lula da Silva, presidente electo de Brasil, visite México para reunirse con Andrés Manuel López Obrador.  El encuentro está previsto para festejar el triunfo del brasileño, pero también para seguir trabajando en un ambicioso plan que conversaron hace algún tiempo: la integración de América Latina como una sola región, similar a lo que hizo la Unión Europea.  Por el tiempo que le queda a su gobierno, AMLO no podrá ver materializado este proyecto. Su idea, sin embargo, es sentar las bases para conseguirlo con el país más grande de la región. ••• Y como dice el filósofo… Nomeacuerdo: “Tus propios intereses están en juego cuando arde la casa de tu vecino”. POR ALFREDO GONZÁLEZ CASTRO

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