Cuando llega diciembre muchos celebran las posadas, así como la Navidad, una festividad que es conmemorada sobre todo por las religiones católica y cristiana e incluso es considerada una de las fechas más importantes dentro de su calendario. La Navidad es celebrada por muchas familias que se reúnen para cenar y también intercambiar regalos, además que los pequeños reciben obsequios por parte de Santa Claus o el niño Dios, si es que durante todo el año se portaron bien, pero ¿sabes por qué se celebra Navidad y cómo surgió? ¿Por qué celebramos Navidad y por qué se relaciona con Jesús? La Navidad, una festividad globalmente reconocida y celebrada, encuentra su origen en la conmemoración del nacimiento de Jesucristo. Según la tradición cristiana, Jesús es el hijo de Dios y su llegada al mundo marcó un acontecimiento crucial en la historia de la humanidad. Esta celebración, que tiene lugar el 25 de diciembre, simboliza la esperanza, el amor y la unidad, elementos que se consideran fundamentales en la enseñanza de Jesús. La conexión de Jesús con la Navidad se remonta a la narrativa bíblica del Evangelio de Lucas, donde se relata el nacimiento de Jesús en Belén. La Virgen María, según la tradición, dio a luz en un establo, y los pastores y los Reyes Magos acudieron para adorar al recién nacido. Esta historia, ampliamente aceptada por la comunidad cristiana, establece la base de la celebración navideña como un momento de alegría y reflexión sobre el significado más profundo de la fe. Fue el emperador romano Constantino I quien desempeñó un papel crucial en la institucionalización de la celebración de la Navidad. En el año 336 d.C., Constantino proclamó oficialmente el 25 de diciembre como la fecha para conmemorar el nacimiento de Jesucristo. Aunque anteriormente existían diversas festividades que coincidían con el solsticio de invierno, Constantino tomó la decisión estratégica de unir la celebración del nacimiento de Jesús con estas festividades paganas. La elección de esta fecha también llevó a la consolidación de la festividad cristiana al integrarla en la cultura y las tradiciones ya arraigadas en la sociedad.

A través de esta estrategia, Constantino buscó unir a su imperio bajo una sola fe, aprovechando la popularidad y la familiaridad de dichas festividades. La Navidad, en su esencia más profunda, representa la esperanza, la paz y la redención según las enseñanzas de Jesucristo. Más allá de las luces brillantes y los regalos, la festividad invita a las personas a reflexionar sobre la importancia de la compasión, la caridad y el amor hacia los demás. Para los cristianos, la Navidad simboliza el regalo supremo de Dios al enviar a su hijo para redimir a la humanidad. La celebración se convierte en un recordatorio anual de la importancia de vivir de acuerdo con los principios de bondad y solidaridad, compartiendo la alegría y el amor con amigos, familiares y aquellos menos afortunados. -- Con información de Excélsior