La urgencia de desfogar el tráfico de la zona metropolitana de la capital potosina, sobre todo la que se dirige de la zona Poniente a la industrial tanto por los carriles de la Diagonal Sur y del Periférico es toral. Imprescindible. Los gobiernos federales, así como los estatales y municipales de los últimos años en San Luis lo debieron tener en su primer renglón de obra pública. Y fue hasta el último paso de los 6 años de Juan Manuel Carreras, cuando a base de presión, exigencia y visible realidad del desastre automovilístico en el que se encentra el tráfico vial potosino, aceleró el motor y logró su anuncio: la Ruta Alterna a la Carretera 57. Su primera etapa es una realidad. En el papel al menos hasta hoy.

Se ha subrayado 766 millones de pesos, de los cuales se han autorizado casi 400 mdp. Ahora la tarea viene de parte del gobernador Gallardo y su equipo tanto de asesores como de cercanos en el tema de obra pública y comunicaciones: gestionar no solo el resto sino lo que comprende a la segunda etapa de la obra. La Ruta Alterna es de una urgencia vital para San Luis Potosí.

Si el deseo es darle vida a lo económico a través de la inversión en la industria debemos tener ofertas como la infraestructura. Tiene una gran misión el gobierno estatal, terminar lo que la ciudadanía exigió.  Hasta mañana…