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AMLO y SLP
00:02 martes 12 abril, 2022
DESDE LA REDACCIÓN SLPSi en este proceso de Revocación del Mandato la pretensión del mandatario federal, el Presidente López Obrador, era demostrar el músculo poderoso de su fuerza operativa electoral a nivel nacional con el apoyo de los propios -Morena- y aliados -Verdes y anexos- ¡fracasaron!.
Si el fin y objetivo era evidenciar la realidad de su maquinaria electoral y mandar un mensaje a los posibles maquiladores de su sucesión, para que se pongan las pilas, también lo hizo. En cualquier de los casos los números hablan y mucho. Sin decir nada dejan mucho que desear y decir. En San Luis Potosí no fue la excepción. Como en todo México, la operatividad electoral iba a descansar en los hombros de los gobiernos morenistas y sus afines. De ellos dependería el éxito y participación en las urnas.
Para el pueblo en general se trata de un acto de voluntad.
Para el gobierno federal la culpa del fracaso sera del órgano electoral, el INE y de nadie más. Y lo que a fin de cuentas cuenta es lo que precisamente se cuenta: los votos y su análisis. De los casi 3 millones de habitantes potosinos y un padrón que vota de casi 2 millones, en el proceso federal de 2018 el entonces candidato López Obrador y la poderosa maquinaria electoral morenista lograron captar la atención de casi 528 mil (334 mil de Anaya y 260 mil Meade).
Esta ocasión, debiéndose apelar tanto la popularidad presidencial como al apoyo del gobierno estatal afín, solo captaron la asistencia de 342 mil 971 votantes quienes distribuyeron sus votos para que siguiera en el cargo con 312 mil, que se le revoque con 21 mil y la nulificación de 8 mil.
¡Una baja de casi 180 mil votos! ¡El 40% de sus seguidores hace casi 3 años! ¿Buscara culpables?. Si.
Los encontrara, tal vez. O los mandara hacer a fin de que se la pague no precisamente el que se la hizo.
Podrá ser la representación del gobierno federal que comanda Gabino Morales o el apoyo que iba a brindar el estatal Verde -partido aliado- de Gallardo. La realidad es esta: la que a veces los mandatarios no quieren ver, su propia realidad. Hasta mañana…