El águila naranja que se “mueve ciudadanamente” sigue papaloteando los campos muy fértiles del San Luis Potosí del movimiento naranja y su política. Su fertilidad descansa en que este instituto político ha trabajado en todo el país encontrando las debilidades de otros anquilosados partidos o personajes. Ejemplos como Jalisco o Nuevo León. En San Luis Potosí, la frenética ambición de dirigir partidos políticos frescos o “franquicias políticas” nuevas van de la mano con el desprestigio de los partidos tradicionales como PRI o PAN. Su cosecha será la que se procure con inteligencia social y miras a futuro, no con inmediatistas tareas electorales baratas. Movimiento Ciudadano es un botín interesante. 

Eugenio Govea ha sabido sortear desde hace un año los vientos que el águila naranja provoca con sus alas para promover un cambio en su dirigencia. Marco Gama, Mauricio Ramírez Konishi, Marvely Costanzo y el mismo Govea siguen tratando de convencer a Dante Delgado. Pero el día de mañana se sumará un nombre más al listado de piezas que Delgado pueda mover en el tablero potosino: Marianela Villasuso Villanueva.

Joven académica destacada, conocedora de temas ambientales. De fácil trato y carisma. Inteligente y audaz, capaz de eludir con mesura los embates de zorros avezados que pretendan enredarla en la turba politiquería y en cambio hacer de su papel, como joven dinámica naranja, un ejemplo de nuevas generaciones que busquen el bienestar social a través de la verdadera política. Si los citados arriba las creen traer todas con Delgado, que no estén tan seguros. Hasta mañana…