Vínculo copiado
Dos realidades en el municipio más joven
00:10 miércoles 24 septiembre, 2025
ColaboradoresMÁS QUE APLAUSOS. Villa de Pozos cumple su primer año como municipio libre y, en el papel, hay mucho que aplaudir: más de 90 obras, 300 millones de pesos invertidos y una NARRATIVA de transformación que suena a redención tras 80 años de abandono. Pero más allá de las cifras, el terreno, literario y político, sigue más que roto.
Previo a que la presidenta concejal Teresa de Jesús Rivera rindiera un informe que presumía progreso, ocurrió algo revelador que fue el abandono de la sesión solemne por parte de tres concejales, incluyendo a uno de la misma corriente política que gobierna, quienes acusaron falta de transparencia, exclusión en la toma de decisiones y una conducción unilateral del municipio. Que el descontento venga desde dentro es más que un aviso, es una alerta roja.
'ÁLBUM FOTOGRÁFICO'. Quienes abandonaron el recinto fueron clara al señalar que el informe era un "documento de fotografías", sin datos verificables ni evidencia real de las inversiones. Y si a eso sumamos la exclusión del cabildo en decisiones clave, las denuncias por obras inconclusas o mal ejecutadas y la falta de atención a servicios básicos como recolección de basura o tránsito, lo que tenemos no es un municipio transformado, sino una administración atrapada en su propio espejismo.
No se trata de negar los avances, algunas obras existen y los apoyos a ciertos sectores son reales, sino de dejar de gobernar para la foto. De pasar del pendón con la cifra millonaria, a los enormes baches frente a escuelas; de presumir parques nuevos, mientras colonias enteras siguen sin agua o sin drenaje funcional.
El primer informe de Villa de Pozos debía ser un parteaguas. Lo fue, pero no por las razones esperadas. La fractura política y la desconexión con las necesidades ciudadanas evidencian que no basta con cambiar el estatus administrativo de una comunidad para solucionar décadas de rezago. Autonomía no es sinónimo de eficiencia, ni inversión de progreso real.
Si la presidenta concejal quiere realmente marcar un antes y un después, tendrá que empezar por escuchar más y presumir menos, porque Villa de Pozos no se transforma con discursos, sino con calles transitables, transparencia y un Concejo que gobierne unido, no desde la simulación.
¡Hasta mañana!