Los nombres -hombres y mujeres- en que descansa el Congreso del Estado actual sigue guardando la misma tónica dese hace casi 20 años en la mayoría de sus curules: improvisados e ignorantes.  A estos dos adjetivos súmele algo peor que refleja su calidad humana: completamente dominados. Las pocas excepciones siguen levantando la voz contra aquella marea de la mayoría verde o “morena”. Mayoría que hace gala de sus “oficialismos” y, peor, de su total desconocimiento laboral. Delito, si cabe, pues el cobrar un sueldo por una actividad no realizada amerita otro tema. Un ejemplo reciente, el tema de la desaparición del órgano operador del agua: INTERAPAS.

.

Desde el momento en que el Presidente del Congreso, el “verde” Roberto Mendoza Padrón, la semana pasada afirmó “desconocer, no tener el dato y apenas estar analizando la iniciativa”, impidiéndole dar un punto de vista, pero eso sí ya tenerla firmada y reconfirmada, de ahí para abajo los 26 restantes podrían caber en el mismo vergonzoso costal. Bastará empezar a analizar los nombres y currículums básicos de los y las que conformarán las representaciones legislativas federales y locales futuras para darnos cuenta de que lo que sigue no dejará de ser algo similar a lo que ya nos tienen a costumbrados: una pléyade de personajes que lograron sus curules porque un día “Dios les dio suerte, que el saber poco les importó” Habrá excepciones, si las hay.  Pero tengan ustedes por seguro que un legislador federal -senador o diputado- lo menos que tiene que hacer es andar prometiendo refugios para perritos.