Vínculo copiado
#ESNOTICIA
#ESNOTICIA
En Pozos gobierna el ruido, no el Concejo
00:10 martes 2 diciembre, 2025
Colaboradores
Hay historias que se descomponen solas, pero la de Villa de Pozos parece cuidadosamente acomodada para que el caos siempre apunte hacia el mismo lado. Apenas bajaron del escenario a la primera presidenta concejal y, mientras la nueva titular toma aire, apareció la versión de que todo el Concejo podría irse por la misma puerta. Oficialmente, por “motivos éticos y de congruencia”. Extraoficialmente… bueno, ahí es donde el guion se pone interesante: la oposición asegura que alguien está moviendo las piezas para que el descrédito les caiga encima justo cuando más estorban políticamente.
El estallido comenzó con el famoso “aguinaldazo”. Un dictamen de la Comisión de Hacienda que contemplaba compensaciones por más de 200 mil pesos para concejales y días extra para asesores. El documento existe, sí, pero a la velocidad con que se filtró y, sobre todo, la forma en que se comunicó, pareciera que la indignación pública venía ya empacada y preparada cuidadosamente. Uno de los concejales señalado como protagonista, niega todo y habla de una estrategia para manchar a la oposición. Para algunos puede sonar a excusa, pero también es cierto que en Pozos las filtraciones siempre caen del lado que conviene al grupo en turno.
A la historia se ha sumado el Gobierno Estatal, quien no solo criticó, sino prácticamente exigió la cabeza de los concejales involucrados. Porque, si hay algo que en política se nota, es cuando la furia sirve como empuje para acelerar decisiones que ya estaban en la mesa. Y mientras el Ejecutivo marca el ritmo, el Congreso parece listo para bailar la pieza que le pongan. ¿Indignación institucional o una limpia quirúrgica de voces incómodas? En Villa de Pozos la diferencia es más política que moral.
El pleno del Concejo terminó rechazando el dictamen de Hacienda, lo regresaron “para análisis”, que en lenguaje municipal muchas veces significa “vamos a reacomodar esto para que encaje con la narrativa del día”. La presidenta Aradillas pidió ética y principios, pero el mensaje llega en un ambiente donde la sospecha ya ganó terreno: ¿Quién prepara los argumentos y quién prepara el escándalo?
Y mientras todo eso se cocina, la regidora concejal Julie Carrillo, solicitó licencia, dejando un hueco y un montón de preguntas. Su salida no solo añade drama, mueve también el equilibrio interno de Morena y alimenta la idea de que en Pozos algo más profundo se está moviendo bajo la mesa. Lo preocupante no es el chisme, sino la sensación de que la historia se está escribiendo a conveniencia. Porque al final, lo que se discute no es solo un aguinaldo; es quién controla el relato y hacia dónde quiere empujar al municipio más joven del país. Y, sobre todo, quién gana cuando se ensordece a la ciudadanía con ruido mientras se deciden cosas en silencio.