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Aún no se termina
00:05 jueves 30 octubre, 2025
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                ADOLESCENTE INVOLUCRADO. La Fiscalía General del Estado tardó cuatro días en capturar a uno de los involucrados en la agresión sexual al interior de la Facultad de Derecho. Un segundo se entregó a las autoridades a 12 días del hecho y el tercer presunto sigue prófugo.
Así los resultados de la Fiscalía. ¿Dónde está la Policía de Investigación? ¿Ya es hora de hablar de profesionalización a este cuerpo para resolver los crímenes en San Luis Potosí?
La cifra negra en delitos sexuales es altísima, más del 90 por ciento, y en su mayor parte es por la desconfianza en las autoridades. Este caso responde bastante a esta suspicacia.
Si en un caso mediático y de alta importancia para la comunidad universitaria y para la juventud, ¿qué pasa con los casos de violación que no ocupan una de las facultades más importantes del estado?
¿QUÉ ESCONDE EL OPERATIVO? Algo serio pasa en materia de seguridad, pero nadie lo dice en voz alta. De pronto, patrullas de distintos municipios aparecen en colonias en donde no deberían estar. La noche del martes, vecinos de la Progreso, en la Capital potosina, vieron circular unidades de Soledad sin explicación clara. Horas después, la SSPC capitalina soltó un comunicado: todo forma parte del Operativo Base de Operaciones Mixtas (BOMI).
El detalle es que este operativo no es nuevo; desde hace tiempo, las policías locales, estatales y federales ya patrullan en conjunto. Lo inédito, y lo que huele raro, es que ahora las corporaciones municipales actuarán fuera de su jurisdicción. Es decir, policías de Soledad podrán operar en la capital o en Villa de Pozos, y viceversa. ¿Por qué tanta mezcla repentina? ¿Qué urgencia hay que requiera romper los límites territoriales?
MÁS UNIFORMES. Cuando los gobiernos locales se ven rebasados, la receta suele ser la misma: más uniformes, más patrullas, más ruido. Pero debajo del discurso de “coordinación interinstitucional”, lo que se percibe es un síntoma de pérdida de control. Si todo estuviera bajo orden, no haría falta que tres municipios prestaran policías. Tampoco habría tanto silencio oficial sobre qué detonó la medida.
MÁS DESCONFIANZA. Mientras tanto la ciudadanía, la misma que ya desconfía de todas las corporaciones por abusos y detenciones arbitrarias, tendrá que acostumbrarse a ver patrullas que no sabe si obedecen a un alcalde, a un mando estatal o al Ejército.
¡Hasta mañana!