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Ahora toca convertir promesas en resultados
00:10 jueves 4 septiembre, 2025
ColaboradoresLa gira comercial que encabeza el ejecutivo estatal potosino por Japón ya dejó claro un mensaje: San Luis Potosí quiere jugar en las grandes ligas del comercio internacional. Con reuniones clave con JETRO (Japan External Trade Organization), el anuncio de la primera oficina estatal mexicana en Tokio, y el respaldo empresarial que acompaña a la comitiva, el viaje representa más que una simple visita diplomática. Es una apuesta por ampliar horizontes económicos. Pero como toda apuesta seria, ahora lo que sigue es lo más importante: ejecutar con acciones.
En este camino, el papel de la Secretaría de Desarrollo Económico ha sido determinante. No se trata de aplaudir por reflejo, sino de reconocer una gestión que ha sabido sentar bases sólidas: construir alianzas, posicionar a SLP como destino competitivo y, sobre todo, generar condiciones para que el sector privado vea oportunidades donde antes no las había. No es un mérito menor; en un contexto nacional complicado, Sedeco ha logrado que el nombre del estado figure en mesas de alto nivel.
Sin embargo, más allá de los titulares, lo que realmente dará valor a esta misión es su traducción en acciones concretas. Es momento de comunicar con claridad a la ciudadanía y a los agentes económicos, los que están dentro y fuera del estado, qué beneficios puede traer esta oficina en Tokio, cuáles son los sectores estratégicos a impulsar, y cómo se garantizará que estas relaciones se transformen en inversiones, empleos y crecimiento local. Sin claridad, hasta el mejor viaje puede perder sentido.
Hoy San Luis Potosí tiene una oportunidad real de consolidar una política económica moderna, con visión global y enfoque local. Lo difícil no era llegar a Japón, sino lograr que esa visita se convirtiera en proyectos palpables. Si el discurso se alinea con la ejecución, esta misión puede ser el primer gran paso de una nueva etapa para el estado. Y si algo ha demostrado el área de desarrollo económico, hasta ahora, es que están dispuestos a intentarlo con seriedad.
ERRORES QUE SE REPITEN. A excobacheros no sorprende escuchar que los libros siguen presentando errores graves. Esa ha sido una constante desde hace muchos años: materiales que deberían orientar el aprendizaje terminan generando dudas, confusión y hasta burlas. Es triste reconocer que lo que debería ser un apoyo para los jóvenes se convierte en una muestra de descuido institucional.
Sin embargo, más allá de la indignación, este problema debería servirnos para reflexionar sobre la urgencia de apostar por materiales educativos de calidad. No es nuevo que la comunidad estudiantil y docente haya tenido que adaptarse a estas deficiencias, pero justamente por eso ya no se puede seguir tolerando. Los estudiantes merecen libros dignos, claros y bien elaborados, porque la educación no puede construirse sobre bases endebles, sin importar su precio también hay que agregar que docentes prefieren apostarle por otras editoriales para ofrecer su clase y eso ya implica un gasto más que no debería de ir si se actualizarán y revisaran significativamente.
Lo constructivo sería que las autoridades reconocieran el problema y se comprometieran a resolverlo con seriedad: desde revisar a fondo los contenidos, hasta abrir espacios para la participación de especialistas y docentes que puedan aportar mejoras reales. El Cobach ha sido el punto de partida de miles de jóvenes en el estado, y es hora de que ese orgullo vaya acompañado de herramientas educativas a la altura de sus aspiraciones.