La renuncia del alcalde Ismael Vázquez,que llegó con este sello a la Alcadía, deja al descubierto una alcantarilla más de la podredumbre que tiene por los suelos al blanquiazul.

No solamente a nivel nacional. Como ya se ha visto se vive una falta de liderazgos y por lo tanto poca presencia como oposición.

En San Luis Potosí la crisis es similar o hasta peor. Mientras la dirigencia estatal siga cooptada por un grupo que comanda el diputado federal Xavier Azuara y los demás no dejan de ser sus encargados de oficina, el PAN potosino seguirá hundiéndose.

Podrán decir que la salida de un alcalde no representa mucho y su arrogancia les venda los ojos para darse cuenta de la realidad, pero uno va sumando a otro y a otro y así se van acumulando no solo los errores, también los daños y por lo tanto las salidas.

La falta de liderazgo es de lo que pecan.

La falta de un nombre que encabece una verdadera oposición y una verdadera opción política.

En el PRI andan igual, es otra historia.