Las tareas en materia turística se van juntando.  Se ha insistido hasta el cansancio que esta industria sin chimeneas es de vitalísima importancia para cualquier política gubernamental de los tres niveles de gobierno.

Se ha insistido que las autoridades deben de analizar el potencial de cada región geográfica de su demarcación a finde clarificar los planes y proyectos que cada puno amerite.

Y también se ha insistido que sean hombres o mujeres capaces quienes lleven las riendas de las dependencias turísticas.

Si ninguno y otro de esos puntos se cumplen será muy difícil lograr lo que la industria busca y todo terminará como la época turística de Juan Manuel Carreras: un desastre. Por eso las tareas se van juntando.

El Bajío de nuestro país y sus estados, incluido San Luis, es una mina de oro y destino de superior proyección para el turismo de la CDMX, por ejemplo, en primer lugar y para el resto del país.

Todos y todos quieren conocer los parajes de la huasteca o mágicos lugares en el altiplano.

Su posición la coloca como un destino ancla. Esto lo comentó Eduardo Paniagua Morales, presidente de la Asociación Mexicana de Agencias de Viajes. La tarea es entonces ya no solamente la vinculación que haga el gobierno estatal con los gobiernos municipales o el sector privado prestador de servicios. Sino un proyecto y enlace con los gobiernos estatales y municipales de las entidades y municipalidades vecinas donde se encuentre un trabajo en equipo para lograr ese real y material éxito turístico. Las tareas se van acumulando autoridades turísticas, ahí esta una veta. Hasta mañana