La Sesión Solemne para develar, en el muro de honor del Congreso del Estado, la categoría de “CENTENARIA” a la leyenda ya existente de UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSÍ, debe ser un llamado que suene y resuene fuera de sus muros -los del Poder Legislativo- y llegue hasta donde se tenga que escuchar. Su edad y categoría no es solamente lo ahí descubierto. La UASLP va más allá de 100 años y su importancia para la vida de San Luis Potosí. Toda su vida. No solo la académica.

De ahí entonces que su nombre debe ser valorado y respetado como tal.

Como un pilar de nuestra historia. La asistencia del Gobernador del Estado a tan honrosa ceremonia hubiera dado todavía mayor realce y categoría al mensaje que prorrumpió el Rector Dr. Alejandro Zermeño en la más alta tribuna representativa de nuestro estado. Razón de sobra, si algunas y algunos legisladores no le entendieron o no quisieron escucharlo: la AUTONOMÍA FINANCIERA. Esa autonomía que debe ser ajena a los vaivenes y ocurrencias políticas de muchas y muchos que no entienden lo que es la Universidad Autónoma de San Luis Potosí y su peso específico. Peso que requiere también recursos.

Recursos que, en efecto, deben ser también acordes y congruentes a la vida pública y transparente que todos queremos.

Esa autonomía que no debe de utilizarse como una herramienta mediática y menos político-partidista.

Y esa autonomía financiera que, como terminó el rector Zermeño, pasa de ser una responsabilidad al cumplimiento de un convenio firmado entre el gobierno federal y el gobierno del estado en 2016 -por si lo legal fuera poca cosa- para ser y envolverse en el compromiso cívico y moral -como si también estos valores fueran poca cosa- que todos y todas los potosinas tenemos -seamos o no universitarios- con nuestra Máxima Casa de Estudios, cuyo compromiso real es con la sociedad de San Luis Potosí. Compromiso que honrará a quienes lo cumplan y contribuyan “sirviendo sin condicionamientos partidistas a la educación superior de nuestro estado”. Terminó el galeno su "receta". Las centenarias letras del oro universitario que engalanan el muro legislativo seguirán entintan la pluma que escribe la historia de San Luis Potosí.

Pasarán gobernantes y rectores, pasarán autoridades y universitarios.

Y la Universidad Autónoma de San Luis Potosí la seguirá escribiendo. Seamos parte de su escritura, para ser parte de su historia.