Durante los últimos 30 años, a nivel internacional, se ha desarrollado una política gubernamental encauzada a eficientizar su papel como autoridad y facilitar al ciudadano el acceso a los servicios, permisos y licencias que ella misma otorga: la Mejora Regulatoria. Dolores de cabeza van y vienen para la ciudadanía cuando de hacer fila y pedir informes se trata para obtener una simple acta de nacimiento u obtener una licencia de construcción para una empresa trasnacional. Y por eso mismo nació la Mejora Regulatoria. Mejorar el camino burocrático que regula esas relaciones gobierno-usuario a fin de darle vida a una sinergia en donde se comparta facilidad y legalidad para unos y otros. Es cierto, muchos gobiernos no la han entendido y menos aplicado. Y la petición del empresariado va a ello: son dolores d cabeza. Así lo manifestó Fernando Díaz de León en su toma de protesta frente a la CANACO potosina. Lo que también el sector privado debe de pedir a ellos mismos es el cumplimiento a cabalidad con lo básicamente solicitado. Omitir procesos y brincarse papeles son ingredientes en un recetario que han hecho constante también y que entonces desfigura la mano tomada, de unos y otros. Servidores públicos corruptos que facilitan ilegalmente y ciudadanos que acceden a ello cayendo en la misma criminalidad. Debemos erradicarlo. No se puede mejorar una si la otra abona a su derrumbe. Construyamos una sociedad en la legalidad pero justa y equilibrada. Hasta el lunes