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Persiste la promesa de acabar con el desabasto de fármacos, pero persisten las licitaciones fallidas, corrupción en Birmex y empresas fantasmas
00:01 lunes 13 octubre, 2025
ColaboradoresEl desabasto de medicamentos en México se ha convertido en un síntoma crónico del sistema de salud. Pese a los anuncios sobre un nuevo modelo de compra y distribución, los problemas persisten. La causa principal, según fuentes del propio sector, es que varias de las empresas contratadas no son laboratorios farmacéuticos, sino intermediarias que ganaron las licitaciones por ofrecer precios bajos, no por calidad o capacidad técnica. Varias de esas compañías distribuyen fármacos provenientes de India y China, sin los controles sanitarios adecuados. Y en la industria farmacéutica, la pregunta es inevitable: ¿cómo lograron pasar los filtros de Birmex? El panorama empeora con los números sobre la mesa. A 12 meses del nuevo gobierno, persisten los adeudos con laboratorios, se canceló la mega licitación por corrupción y se detectaron sobreprecios en 175 claves, por más de 13 mil millones de pesos. Incluso, se reportaron adjudicaciones a empresas sin registro sanitario, sin bodegas y con antecedentes de suspensión. La presidenta Claudia Sheinbaum tomó cartas en el asunto: destituyó al director de Birmex, Iván Olmos, y de otros cinco altos funcionarios. Aunque Birmex, en coordinación con la subsecretaría de Salud y el IMSS Bienestar, trataron de subsanar el proceso, no lo lograron ya que muchas empresas incumplieron con la entrega de fármacos. Las rutas logísticas, rebautizadas como “Rutas de la Salud”, enfrentan el mismo desafío que antes: llegar a comunidades apartadas para que los medicamentos lleguen a tiempo y en condiciones óptimas. A todo esto se suma la disputa entre el gobierno y los laboratorios nacionales e internacionales, que reclaman pagos del sexenio anterior. La cifra de adeudos, según la industria, ronda los 14 mil millones de pesos. Mientras el Estado y las farmacéuticas se pasan la factura, los pacientes pagan con su salud. La consecuencia es tangible y cruel: hospitales sin insumos, recetas que no se surten, y miles de enfermos crónicos -de cáncer, diabetes, cardiovasculares y neurodegenerativos- atrapados en un sistema que promete medicamentos, pero entrega excusas. ***
A PROPÓSITO de productos de salud, influencers con miles de seguidores fueron exhibidos por participar en una campaña contra una bebida rehidratante de la empresa PiSa. El ataque habría sido orquestado por una de sus competidoras, la distribuidora Genomma Lab. Las denuncias, me dicen, vienen en camino. *** PESE A LOS JALONES de orejas de Palacio Nacional, el circo legislativo de Morena no levanta la carpa: cada semana aparece nuevas payasadas. Esta vez los protagonistas fueron el diputado Armando Corona y la diputada Lilia Aguilar Gil, demostrando que el talento para el ridículo es una competencia feroz en el Congreso. Corona Arvizu saltó a la fama por intentar una selfie con la presidenta Sheinbaum -y ganarse un manotazo presidencial por torpe-, volvió a ser tendencia con su “Ley Antistickers”, una propuesta tan absurda que buscaba castigar a quienes difundan memes sin consentimiento. Una joya del desatino legislativo. Por fortuna, su ocurrencia fue enviada al basurero legislativo, no sin antes recibir la mejor sanción posible: una avalancha de memes. Y por si faltara el toque coreográfico, la diputada Aguilar Gil, de Ciudad Juárez, decidió buscar simpatías bailando. El problema no fue el intento, sino el resultado: más que una militante de izquierda, pareció una política con dos pies izquierdos. Su fallido baile se volvió viral. Entre leyes sin sentido y bailes sin ritmo, el Congreso se consolida como la pista más caótica del país: donde la seriedad es opcional y el espectáculo, obligatorio. *** Y como dice el filósofo… Nomeacuerdo: “Si el ridículo fuera delito, más de uno ya estaría tras las rejas”. POR ALFREDO GONZÁLEZ CASTRO