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Pocos lugares como en el destino turístico es tan notorio dicho proceso
00:07 miércoles 2 noviembre, 2022
DESDE LA REDACCIÓN SLPPuerto Vallarta en los últimos 60 años se convirtió en uno de los puntos multiculturales más notorios del país, en este destino conviven diariamente personas de todos las entidades del país, ciudadanos que vinieron desde grandes metrópolis como la ciudad de México, Monterrey o Guadalajara; hasta lugares de la parte más alta de la Sierra de Guerrero; quienes del mismo modo cohabitan con una gran comunidad extranjera, especialmente norteamericana que decidió sentar sus raíces en el paradisiaco lugar. Esto ha traído como consecuencia una gran mezcla de matices culturales que cada individuo adquirió en su lugar de origen y que luego trajo consigo a Puerto Vallarta, logrando con ello una gran simbiosis de elementos de formas de pensar que poco a poco se fueron mezclando para al final dar a la ciudad costera jalisciense un matiz único que se refleja en prácticamente todas sus actividades cotidianas. Una de las primeras muestras de esta combinación de ideas es el llamado Día de Muertos con el Halloween, los cuales en los últimos años han tenido una serie de combinaciones de colores y matices como son la caminata que miles de personas realizan los últimos días de octubre y los primeros de noviembre por el malecón de la ciudad, principal punto de reunión del municipio jalisciense. Cuando uno pasa por el malecón en los mencionados días, es común encontrarse catrinas y catrines perfectamente ataviados, muestra de la cultura netamente mexicana; a la par que una buena cantidad de superhéroes de los comics norteamericanos, al tiempo que se observan monstruos, brujas y demás personajes de la fantasía colectiva. En ese sentido, Puerto Vallarta en las últimas seis décadas se ha convertido en un crisol de formas de pensar, lo que ha generado que el vallartense común tenga una enorme gama de matices que han enriquecido el bagaje cultural del ciudadano común, pero que al mismo tiempo ha realizado en perjuicio de los habitantes de la región. Entre lo malos que este mestizaje cultural ha generado, es que Puerto Vallarta se ha convertido en un paraíso para el turismo sexual, el índice de embarazos entre adolescentes es muy altos, comparado con otras ciudades; las enfermedades de transmisión sexual también son muy comunes entre quienes viven en la ciudad, de igual forma que entre sus visitantes. Por todo lo anterior, se debe buscar la forma de que esta mezcolanza de identidades sirva para hacer de Puerto Vallarta una ciudad culturalmente más rica cada día y no para que se contagie entre su ciudadanía formas de pensar perjudiciales para su gente.