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Su familia quiere ser discreta sobre los inicios del jugador. Desde los 10 años impresionó con su habilidad con el pie izquierdo
23:02 martes 24 mayo, 2022
Deporte Nacional e InternacionalUn "fuerte carácter", desenvoltura en el juego y un lado "bromista": Ferland Mendy, que estuvo a punto de dejar el futbol a los 14 años por un problema en la cadera, jugará el sábado su primera final de Champions con el Real Madrid. En su barrio de la infancia, en la localidad de Ecquevilly, a unos 40 km del Stade de France, donde el sábado se jugará la final, todo el mundo conoce al jugador, pero nadie quiere hablar de él. Su familia, incluida su madre, sigue viviendo en unos edificios recientemente reformados. Junto a estos, sus amigos de la infancia y su sobrino, quieren ser discretos sobre los inicios de la estrella del lugar. En esta pequeña localidad de cuatro mil habitantes, a una treintena de kilómetros al oeste de París, Ferland Mendy, primo del portero del Chelsea y de la selección senegalesa Edouard Mendy, empezó a jugar de joven en los accesos entre los edificios. "Entonces era pequeño y delgado, pero muy fuerte físicamente, sabía tocar el balón, parecía que jugara ya en un club, no había que dejarlo escapar", detalla Hassan Gizoul, entonces educador en el centro social del barrio. Él fue quien primero se fijó en el joven y lo anima a participar en un torneo entre barrios con 8 años. Juega entonces "sin presión" pero "impresiona". Dotado ya de una "gran mentalidad", trabaja para "ganar físico" y ser más potente, relata el educador. En 2004, Yves Gergaud, entrenador de los sub-11 del Paris SG se fija en él en una competición y lo incluye tras una selección, al igual que ocurrirá ese año con otros dos futuros profesionales, el defensa parisino Presnel Kimpembe y el delantero del Lyon Moussa Dembélé. EXCELSIOR