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“Ni que fuera yo Santa Anna”, dijo el presidente López Obrador sobre impuestos a la tenencia de mascotas
00:18 miércoles 7 septiembre, 2022
DESDE LA REDACCIÓN SLPEl pasado 30 de agosto en la Propuesta de Ley de Ingreso 2023 de Puerto Vallarta, se dio a conocer que, para dicho ejercicio fiscal, se buscaría que los tenedores de mascotas inscribieran a sus animales de compañía en un padrón municipal “voluntario” de mascotas el cual tendría un costo de 75 pesos por animal. Lo anterior, según animalistas, no es más que un impuesto disfrazado, el cual con el tiempo más que voluntario se podría volver obligatorio por parte de la actual administración municipal de la 4T o en próximos ayuntamientos. Incluso, el máximo mentor de la 4T y actual presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, aseguró el pasado día 04 de junio de 2020 en una de sus famosas conferencias de prensa matutinas, que en su gobierno no se gravaría por la tenencia de animales de compañía, “ni que fuera yo (Antonio López de) Santa Anna”.
Así mismo, el mandatario nacional recordó que cuando el expresidente Antonio López de Santa Anna regresó al poder, expidió “leyes para cobrar impuestos por las ventanas y las puertas que tenían las casas y hasta por los perros. Ese era Santa Anna”, precisó. En ese sentido, culpó a “los conservadores” de creer que “que somos como ellos” y lanzan noticias falsas. En ese sentido, cabe recordar, que el 3 de octubre de 1853 Santa Anna dio el mandato a los habitantes de la capital del país, mediante un mandato por parte del Ayuntamiento de la Ciudad de México de cobrar un peso por cada perro que se tuviera en los hogares de dicho lugar En esta contribución estaban incluidos todos los perros que fueran mascotas o acompañantes de caza, sólo se eximió a los perros guía. Y el monto a pagar era un peso mensual por mascota sin importar su raza o tamaño. En aquel momento, se les dio a los habitantes un plazo de ocho días para que inscribieran a sus perros, pero como fue el caso de las ventanas, al no tener una planeación efectiva por parte de las instituciones, a finales de 1853 muy pocas personas habían inscrito a sus mascotas. Debido a esto, se hizo la sugerencia a gobernación para que se les pusiera collares especiales a los perros registrados y así, en caso de ver uno sin el accesorio, se podría proceder a capturarlo y sacrificarlo en un plazo de 24 horas si el dueño no pagaba el impuesto. Así, cuando Santa Anna abandonó el gobierno, este y otros de los extraños impuestos también pasaron a la historia con él. Por lo que sería importante saber cuantos tenedores de animales de compañía, los inscribirán “voluntariamente” en el mencionado padrón, el cual ya han llamado “un impuesto disfrazado”.