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Sí, su Doctor Patán tiembla de nostalgia y de orgullo patrio, esperando a que lleguen a nosotros otra vez los días festivos con cadena nacional
00:10 sábado 6 diciembre, 2025
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México recupera sus tradiciones, gracias al Ex Quinto presidente Más Popular del Mundo (EQPMPDM), y el Doctor Patán lo celebra en medio de algo que se parece mucho a un viaje en el tiempo hasta la primera infancia, en los días del echeverrismo y el primer portillismo. Tenemos de todo, como en las versiones de aquellos años de las barajas, que en la parte de atrás llevaban fotos de los voladores de Papantla, de sarapes y de charros en el acto de –no empiecen con vulgaridades: así se dice– florear la reata, o de las monografías que vendían en tu papelería de la esquina, que de la Expropiación Petrolera, con el pueblo llevando gallinas para financiar la soberanía energética y el ídolo de Jiquilpan arengando a las multitudes; que de las glorias de la Gran Tenochtitlán, sin sacrificios humanos y con mucha obsidiana; que de la gesta independentista, con su Hidalgo fervoroso en primer plano.
Me refiero a que hoy, como entonces, tenemos que abundantes paraestatales, con Pemex a la cabeza (a propósito, se están tardando con relanzar al charrito de toda la vida); que café popular, chocolate popular y frijol popular, a precios populares; que cuanto nombre en náhuatl –fusiles Xihucóatl, súper computadoras Coatlicue–; que educación de tipo socialista, con su espíritu ejidal, su celebración del magisterio insurgente y sus momentos a mayor gloria de las guerrillas estalinistas en Guerrero, y que, desde hace unos días, un servicio militar relanzado, en esteroides, para todos nuestros muchachos.
En los viejos tiempos, el ejército hacía un sorteo en el que, con proporciones diversas, pero siempre con altas probabilidades de salir exento de cumplir con la patria, podía tocarte o “bola blanca”, que te obligaba a ir los fines de semana a probar la experiencia cuartelaria, o “bola negra”, que te permitía quedarte los sábados en casa a sobrellevar la cruda sin la agitación de la vida del recluta. Eso se acabó. A partir de ya, la práctica totalidad de la muchachada disfrutará de instrucción militar, una tendencia en la que México va, de la mano de la 4T, a la vanguardia. Sí: mientras el mundo digamos fifí claudicó hace mucho con la mili, aquí entendemos que la soberanía se defiende mejor con el himno a la bandera en el frío amanecer de los campos militares, los trotes a primera hora entre los gritos del sargento, los orgullosos desfiles cívico-militares del 16 de septiembre y el 20 de noviembre, y los desayunos con huevito revuelto, pan Bimbo y Nescafé.
Sí, su Doctor Patán tiembla de nostalgia y de orgullo patrio, esperando a que lleguen a nosotros otra vez los días festivos con cadena nacional, las ocho horas para tramitar el pasaporte y los apagones, pero con una sólida sindicalización... Bueno, eso ya lo tenemos. En fin, supongo que me explico: bienvenidos al México vintage.}
POR JULIO PATÁN
COLABORADOR
@JULIOPATAN09