El estadio Luis Pirata Fuente, de Veracruz se ha quedado en los huesos. De aquella sucursal del carnaval que tenía como pretexto los partidos de futbol para la fiesta, sólo hay ruinas. La calle España y la avenida Paseo de las Flores mantienen su tránsito habitual, sin embargo, al levantar la vista, el viejo gigante de 56 años, inaugurado un 17 de marzo de 1967 esta hincado sobre sus restos a dos kilometros del malecón. Su primer evento fue recibir el paso de la antorcha olímpica en los juegos de México 1968, tuvo que esperar para su primer partido de futbol entre Veracruz y Toluca. Los Tiburones Rojos, por el color del uniforme, habían nacido y con ellos la leyenda de Luis de la Fuente, el más icónico futbolista del puerto, aunque nunca haya jugado ahí. La idea era rehabilitar el estadio y de paso pensar en tener futbol. Si no se hacía, el Pirata Fuente simplemente se iba a caer”, comenta, José Luis Lima, secretario de Finanzas y Planeación del Gobierno de Veracruz. La inversión roza los 400 millones de pesos y se espera esté lista, según José Luis Lima, para el segundo semestre de este año. El Pirata Fuente es propiedad del estado y como tal se le tenía que dar mantenimiento. La primera etapa está en curso y nuestra idea inicial es que al menos se pueda albergar un equipo de liga de expansión”. FUENTE: EXCÉLSIOR