La semana pasada quedó retratado de cuerpo entero Gerardo Fernández Noroña. Se le cayó la careta que tantos años portó. Y no fue por el espectáculo que protagonizó con ‘Alito’ Moreno, dirigente del PRI, en el que llevó la peor parte, sino por la trama de corrupción que lo envuelve. El que se daba baños de pureza y se colocaba como brújula moral, terminó en el ojo del huracán por contradictorio e incongruente, y fue exhibido mentiroso, tramposo e hipócrita.

Las groserías e insultos que ha repartido hace años, las patanerías, jaloneos y zafarranchos que ha protagonizado dentro y fuera del Congreso son parte de la anécdota. En el fondo está lo inexplicable de su tren de vida, lo fraudulenta de su riqueza y la torpeza para disfrazarla.

El pasado martes, el periodista Jorge García Orozco de Emeequis, publicó un hallazgo demoledor para la impoluta carrera del senador: una casa de 12 millones de pesos en Tepoztlán. Lo que vino, a partir de entonces, fue el derrumbe del personaje construido a través de puestas en escena y shows mediáticos.

Al senador se le acumulan las explicaciones. Intentó explicar cómo se hizo de la propiedad, pero terminó enredándose. Sus ingresos legales no cuadran con sus gastos. La vida que disfruta no podría dársela con su sueldo. Él dice que parte de sus recursos provienen de “donativos” en redes sociales (YouTube) pero hay dos problemas: primero, ha sido evidenciado un esquema en el que se habrían creado perfiles para disfrazar “aportaciones” de dinero de dudosa procedencia (500 mil pesos entre enero y agosto); segundo, está prohibido por la ley que el senador reciba tales “donativos”.

A la falta de claridad sobre los 12 millones que habría obtenido vía un préstamo (¿De quién? ¿De qué institución o persona? ¿A qué plazo? ¿Con qué tasa?), se suman otros: a valor por metro cuadrado (10 mil pesos), el terreno de la casa superaría los 10 millones de pesos a lo que habría que sumar la construcción y acabados, lo que podría elevar considerablemente el costo. Además, la propiedad sería comunal, por lo que no podría escriturarse a nombre de Noroña y, por si fuera poco, estaría invadiendo una zona de protección ecológica. Ah, y según el alcalde de Tepoztlán, el predio que ocupa la casa no está registrado ante el catastro y, por tanto, no paga impuestos.

El lujo de vivir como millonario, con casa de fin de semana, dos vehículos con valor superior a los dos millones de pesos, viajar a Europa en primera clase dos o tres veces por año, aderezado con sospechas fundadas de corrupción, termina con el relato de un personaje al que la semana pasada se le cayó la careta.

-Off the récord

Habría que sumar lo improductiva de su carrera legislativa, que patrocinamos los mexicanos. Solo 17 iniciativas y una aprobada en una década como legislador. Eso sí, el show y escándalo no han faltado.

POR MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN

COLABORADOR

@MLOPEZSANMARTIN