El observatorio ciudadano Congreso Calificado dio a conocer una nueva evaluación sobre el desempeño de la LXIV Legislatura del Congreso del Estado de San Luis Potosí, en la que nuevamente predominan las calificaciones reprobatorias y bajos niveles de eficacia legislativa. De acuerdo con el informe, la productividad, la vinculación con la ciudadanía y el impacto real de las iniciativas continúan siendo los principales retos del Poder Legislativo local.

En la tercera evaluación trimestral de 2025, el Congreso potosino registró una eficacia legislativa del 39.5%, al aprobarse únicamente 79 de 263 iniciativas presentadas. 

De los 27 diputados que integran la legislatura, sólo dos lograron una calificación aprobatoria, mientras que el resto obtuvo puntuaciones por debajo del estándar establecido por el observatorio.

Entre los criterios de evaluación más relevantes utilizados por Congreso Calificado se encuentran: Eficacia legislativa, que mide la proporción de iniciativas aprobadas frente a las presentadas. Impacto legislativo y eficacia política, relacionados con la relevancia social y jurídica de las propuestas. Vinculación con la ciudadanía, como mecanismos de comunicación, atención y cercanía social. Transparencia, incluyendo el cumplimiento en la publicación de información obligatoria. Rezago legislativo, considerando iniciativas y puntos de acuerdo sin dictaminar.

De acuerdo con el informe, los diputados mejor evaluados fueron: Rubén Guajardo Barrera (PAN), con 6.05 puntos, María Aranzazú Puente Bustindui (PAN), con 6.00 puntos y María Dolores Robles Chairez (PVEM), con 4.95 puntos.

En contraste, los peores evaluados resultaron: Brisseire Sánchez López (PVEM), con -0.85 puntos, Luis Fernando Gámez Macías (PVEM), con -0.80 puntos y Tomás Zavala González (PT), con -0.70 puntos.

Al respecto, algunos legisladores han manifestado su desacuerdo con este tipo de mediciones. El diputado Marco Antonio Gama Basarte, de Movimiento Ciudadano, se posicionó en contra de las evaluaciones de Congreso Calificado al considerar que los criterios utilizados son demasiado abiertos a la interpretación, señalando que “es muy fácil juzgar desde afuera” sin tomar en cuenta las dinámicas internas, las negociaciones políticas y las implicaciones reales que enfrenta el Poder Legislativo al momento de dictaminar y aprobar iniciativas.

En el mismo sentido, el diputado federal Juan Carlos Valladares reconoció que existe una complejidad importante para analizar este tipo de evaluaciones, coincidiendo con Gama en que la percepción cambia radicalmente cuando se vive el proceso legislativo desde dentro. Señaló que “como legislador siempre llegas con la buena intención de tratar de meter todos tus proyectos y de que avancen tus ideas, pero luego te topas con cuestiones que son ajenas a un diputado y eso cambia mucho la perspectiva hacia afuera”.

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Valladares admitió que, en un escenario ideal donde todos los legisladores pudieran trabajar de manera completamente libre, la dinámica sería distinta y posiblemente más eficiente; sin embargo, subrayó que los acuerdos políticos, los ajustes y las limitaciones institucionales condicionan el trabajo legislativo y terminan influyendo directamente en los resultados que hoy son evaluados por organismos ciudadanos.