Las deudas de más de 300 mil millones de dólares de la inmobiliaria Evergrande encendieron las alertas a nivel mundial. La empresa china no tiene con qué pagar y los inversionistas temen que estalle una catástrofe financiera con capacidad de contagio. "El colapso de Evergrande podría significar una catástrofe financiera que algunos especialistas califican como un potencial Lehman Brothers chino,” consideró Jaime Aguilera, analista de Intercam. De acuerdo con el especialista, “el más grande temor es el posible efecto contagio. Los principales cuatro principales acreedores de Evergrande son bancos e inversionistas chinos, que perderían miles de millones si el gigante defrauda sus obligaciones financieras”. Además, “se teme que si Evergrande colapsa, la crisis pueda extenderse a otras empresas inmobiliarias de China y crear un riesgo sistémico por problemas de solvencia en el mercado financiero de la segunda economía más grande del mundo”, acotó. CÓMO AFECTA

Aunque Evergrande está del otro lado del planeta y debe dinero a 171 bancos locales, también tiene adeudos con otras 121 firmas financieras, aunado a ello, 19 mil millones de dólares en bonos de la empresa están en manos de inversionistas de todo el mundo, por lo que el problema podría tomar “dimensiones globales”. La falta de liquidez de Evergrande afecta a bancos, inversionistas, empleados, proveedores y al mercado de la vivienda en China, poniendo en riesgo el crecimiento de la economía de ese país. Pero el riesgo más relevante es que la problemática se extienda a nivel internacional a través del canal financiero, dadas las pérdidas que necesitarían tomar los bancos e inversionistas, con un eventual problema en la liquidez del crédito global”, dijo Aguilera. En entrevista con Pascal Beltrán del Río, Gabriela Siller, directora de Análisis de Banco Base, explicó que “aun y cuando en la economía real no se convierta en un efecto sistémico, el siempre hecho de que se genere miedo y los mercados corran a refugiarse, genera pérdidas importantes”. CAEN LOS MERCADOS

La aversión al riesgo provocada por Evergrande hizo que el peso mexicano perdiera terreno frente al dólar y que las bolsas del mundo cerraran en números negativos. El tipo de cambio interbancario concluyó la sesión en 20.18 pesos, 15 centavos por arriba del cierre previo, además, durante el día, el dólar fluctuó entre los 20.14 pesos y los 20.20 pesos, por lo cual fue la cuarta divisa más depreciada de la sesión. El S&P/BMV IPC cayó 1.46%, hasta las 50 mil 557.65 unidades; el indicador siguió la tendencia de los índices de Estados Unidos, donde el Dow Jones retrocedió 1.78%, el S&P 500 1.70% y el Nasdaq 2.19%. En Europa, los mercados también se tambalearon, al cierre de esta edición seguían acumulando pérdidas. En Hong Kong, las acciones de Evergrande retrocedieron 10.23 por ciento. Con información de Dinero en Imagen / Eréndira Espinosa