Cuando en el pasado Juego de Campeonato de la AFC, los Jefes, con 40 segundos en el reloj del último cuarto se acercaron a la zona de anotación de los Bengalíes con la ofensiva del triunfo, sus posibilidades de obtener el boleto para una tercera participación consecutiva en el Super Bowl, se situaron tan cerca como a 10 yardas.   Sam Hubbard, ala defensiva que se encontraba en labor de cobertura de pase, realizó una carrera con una velocidad poco usual para su posición y logró detener en campo abierto al habilidoso Patrick Mahomes. La captura del quarterback que a la postre impulsó el viaje de los Bengalíes al juego más importante del año, no fue hecha por un jugador cualquiera, en realidad la consiguió un héroe local.   En el mundo mercenario de los deportes profesionales, es extraño que hoy en día un atleta vista los colores del equipo de su ciudad natal.   Hubbard es uno de esos extraños casos.   Durante su adolescencia, asistió a la secundaria Archbishop Moller, un centro escolar ubicado a menos de 30 kilómetros del estadio Paul Brown, casa de los Bengalíes.     Su etapa colegial la finalizó con el exitoso programa de los Buckeyes de Ohio State, la universidad más grande del estado.    Cuando se declaró elegible para el Draft de 2018, las probabilidades de quedarse en Cincinnati eran tan reducidas como 1 en 32. Sin embargo, cuando llegó el turno de los Bengalíes en tercera ronda y Hubbard seguía como jugador disponible, los seleccionaron.   Un año después desu temporada de novato, Sam Hubbard se adueñó de un puesto titular en la defensiva. En 2021, además del sack contra los Jefes que regresó el aliento a toda una ciudad, contribuyó con 64 tacleadas y 7.5 capturas.   El trabajo de Hubbard dentro de su comunidad no es exclusivo del emparrillado.   A principios de 2020, en medio de la pandemia de covid, Sam anunció la creación de una iniciativa de recaudación de fondos con un banco de alimentos local.   La Fundación Sam Hubbard actualmente está ayudando a la gente de Cincinnati y otras ciudades de Ohio a combatir el hambre proporcionando a niños y familias vulnerables recursos económicos y comida.   EXCESLIOR