La adjudicación de obra pública para el Ejército, afecta gravemente a los constructores nacionales y locales, señaló Juan Manuel Pérez Herrera, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción capítulo San Luis (CMIC).

La intervención del Ejército significa una competencia desleal, ya que no hay un retorno de capital a la iniciativa privada, ni al Estado, ni a la Federación. “Consecuentemente se mata y se pisa a la iniciativa privada, porque es un recurso que toda la población le da al Estado, pero no se regresa, es muy grave que lo estén haciendo así”. Señaló que en el último congreso que tuvieron en Mérida Yucatán, se habló de que era injusta esta adjudicación de obra para el Ejército: “No estamos de acuerdo, se está brincando todo lo que se tiene que brincar la administración federal, no es sano, para nada estamos de acuerdo”. Las obras que se le han canalizado al Ejército son: el Banco del Bienestar, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), el Tren Maya, el canal transpeninsular y aquí en San Luis Potosí, “sólo las obritas del banco del bienestar”, finalizó.