Este fin de semana le fue arrebatada la vida al sacerdote Marcelo Pérez Pérez en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, esto después de oficiar misa dominical, lo que ha generado indignación en la comunidad religiosa y católica, que los ha llevado al pronunciamiento en busca de la paz a la ola de violencia que se presencia día tras día.

En la Capital potosina, Tomás Cruz Perales vocero de la Arquidiócesis de San Luis Potosí externó el impacto de la noticia, en donde recalca que trágicamente nadie está exento a temas de inseguridad, reflejando que la noticia fue de sorpresa y sobre todo genera vulnerabilidad ya que es algo que se vive en todo México.

“En San Luis en lo que cabe, hay violencia y sabemos de grupos armados que las autoridades se han dado cuenta de ello, pero gracias a Dios no se ha llegado a eso y esperemos que no se llegue” indicó el sacerdote con la firme intención de solicitar la prevención por parte de las autoridades y mejor tomarlo como una alerta previsora.

El sacerdote víctima de la delincuencia organizada tenía un perfil activista, lo que le reconoce Tomás Cruz Perales e incluso asegura que una situación de tal índole no impide que haya situaciones de apoyo a sectores concretos como la mujer, niños y grupos vulnerables, destacando que una medida que se puede tomar es brindar el apoyo de una manera no evidente.

“Todos los ciudadanos tenemos el derecho a la protección de nuestros espacios por donde nos encontremos y de nuestra integridad, más allá de ser un sacerdote”, indicó, ya que las peticiones constantes de la Iglesia para el gobierno es la búsqueda de la paz y el término de la violencia.

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Destacando que en San Luis los miembros y autoridades de la comunidad religiosa no presentan una situación de amenaza a ese nivel, sino lo “más común” a lo que todos estamos expuestos, siendo una gran diferencia los delincuentes y una organización criminal. Solicitando a las instancias que se encargan de la seguridad sigan alerta y realicen su trabajo de una manera transparente para frenar la violencia y evitar víctimas inocentes.