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Geopolítica actual, desafíos y riesgos que amenazan la estabilidad mundial
00:02 viernes 19 abril, 2024
ColaboradoresIrán, en el centro de la tormenta, ha desencadenado una escalada de tensiones que amenaza con llevar al mundo al borde del abismo. Los ataques de represalia contra Israel han desencadenado una respuesta en cadena que nos sitúa en un peligroso territorio de incertidumbre y posible conflicto a gran escala.
El liderazgo iraní, bajo el ayatolá Alí Jamenei, ha dejado claro su posición desafiante, prometiendo que Israel "se arrepentirá" de sus acciones. Este acto de agresión no solo representa una grave amenaza para la estabilidad en Oriente Próximo, sino que también ha provocado una red de alianzas que transforman esta crisis regional en un conflicto global.
Los aliados de Irán, como Rusia y China, han expresado su preocupación por la escalada de violencia y han llamado a la moderación. Desde otro punto de vista, sus declaraciones han dado lugar a un apoyo implícito para un Irán que plantea interrogantes sobre su compromiso con la paz y la estabilidad mundial. Rusia, en particular, ha fortalecido sus lazos con Irán en medio de tensiones con Occidente, buscando apoyo militar y económico para contrarrestar las sanciones impuestas por las potencias occidentales.
Corea del Norte, otro aliado de Irán, comparte un historial de desafío y antagonismo hacia las potencias occidentales. Su apoyo a Irán refleja una alianza basada en la confrontación común contra los intereses de Occidente. objetivos políticos, económicos y estratégicos de las potencias occidentales, como Estados Unidos y sus aliados en Europa. La promoción de la democracia, la estabilidad regional, el libre comercio y la protección de los derechos humanos, son temas delicados en un contexto complejo y contrastante en la valoración de las acciones de Irán y sus aliados.
Tampoco es un secreto dentro de la geopolítica, como Venezuela se ha dado a la labor para estrechar lazos con Irán, buscando apoyo económico para su industria petrolera en crisis. Entre ideas políticas y necesidades económicas, la conformación de bloques unidos por su hostilidad hacia Occidente, representan una amenaza real para la estabilidad global.
La ruptura de lazos diplomáticos por parte de varios países, es un claro indicador del deterioro de las relaciones internacionales en la región de Oriente Próximo. Estados Unidos, cortó relación con Irán en 1980, después de la crisis de los rehenes en la embajada estadounidense en Teherán; desde entonces, las relaciones diplomáticas entre ambos países han sido inexistentes, con Suiza sirviendo como intermediario para los intereses estadounidenses en Irán y amenazas constantes hacia un posicionamiento de poder e imposición mutua.
El caso de Egipto, que rompió relaciones diplomáticas con Irán en 1980 después de la Revolución Islámica y la firma de los acuerdos de Camp David con Israel, es otro evento que seguramente tenga temas pendientes a pesar de intentos de reconciliación en años recientes. Las tensiones históricas y diferencias ideológicas,
han provocado una relación fría y distante, con esporádicos intentos de reconciliación que no han logrado resolver sus diferencias fundamentales.
Con el conflicto entre Palestina e Israel, la postura de apoyo y solidaridad mostrada por Egipto hacia Israel, revive un tema de gran sensibilidad para Irán, que considera a Israel como un enemigo que promueve activamente la resistencia contra él. La falta de relaciones diplomáticas entre ambos países ha obstaculizado cualquier progreso en la resolución de los temas pendientes, con una ausencia de canales formales de comunicación que limita las oportunidades para abordar y resolver las diferencias de manera efectiva.
Con un posicionamiento muy cauteloso, Egipto ha expresado interés en mejorar las relaciones con Irán, especialmente durante el gobierno de Mohamed Morsi, sin obtener avances significativos llevándolo a priorizar sus propios intereses de seguridad y estabilidad regional. Esto ha resultado en una preparación egipcoa que ha influido en su enfoque hacia Irán lanzando un mensaje de capacidad de respuesta.
Otros países como Canadá, Yemen, Bahrein, Marruecos y Albania también han retirado a sus embajadores de Teherán por diversas razones, lo que subraya la amplia gama de desafíos diplomáticos que enfrenta Irán en el panorama internacional. Esta serie de rupturas diplomáticas refleja la complejidad y la profundidad de las tensiones en la región, así como la dificultad de encontrar soluciones diplomáticas a largo plazo.
Inevitable el enfoque especial hacia Estados Unidos y su tensa relación con Irán desde la revolución de 1979. Los mensajes directos y las muestras de fuerza, no colaboran hacia un clima de mayor tranquilidad. Con bandos definidos, los nuevos posicionamientos norteamericanos por medio de la OTAN en Europa del este, provocan un reacomodo político que pueda balancear fuerza y estrategia.
México, una economía altamente dependiente del comercio internacional, debe estar atento a la escalada de tensiones entre Irán y sus aliados, ya que representa un grave riesgo. La volatilidad en los mercados petroleros y la posibilidad de interrupciones en el suministro, podrían tener consecuencias para la economía mexicana. Con un mercado de oferta y demanda, México puede aprovechar el conflicto internacional y valorar su esquema productivo petrolero, oportunidad de oro para poder eficientar procesos y comercialización que durante los últimos años han sido en números rojos. ¿podemos ver este conflicto internacional como el último tren petrolero del país? No le quepa la menor duda, ¡SI!
Como parte integral económica y su principal fuente de ingresos por exportación, la dependencia petrolera nacional es un tema para México. Habiendo buscado diversificar nuestra economía en las últimas décadas, lo cierto es que el petróleo sigue representando una parte significativa para los ingresos y un factor clave en la estabilidad económica. Un conflicto con países petroleros, como Irán, Venezuela o los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), puede posicionar a México ante desafíos y oportunidades tras una interrupción en el suministro global de petróleo. Una escasez en los mercados internacionales y un aumento en los precios del petróleo, podría beneficiar a México como exportador de petróleo, ya que los precios más altos podrían aumentar sus ingresos por exportación y mejorar una balanza comercial deteriorada.
Aprovechar la oportunidad para aumentar la producción petrolera y llenar el vacío dejado por los países en conflicto, es algo que se presume complicado ante la imposibilidad de un PEMEX que no ha mostrado fuerza productiva al nivel requerido.
Otro punto de vista a considerar, detalla como la interrupción en el suministro global de petróleo podría afectar negativamente la economía mundial y provocar una desaceleración económica global. Esto podría afectar a México como país exportador, reduciendo la demanda de sus productos y disminuyendo sus ingresos por exportación. Un conflicto prolongado podría generar inestabilidad en los mercados financieros y aumentar la volatilidad en los precios del petróleo, afectando la capacidad de México para planificar y administrar su economía de manera efectiva, lo que podría tener consecuencias negativas a largo plazo.
Estaremos atentos a los avances del conflicto, valorando como en la geopolítica actual, la moderación y el diálogo son más importantes que nunca en un mundo que debe sentar cabeza para evitar una catástrofe global. La diplomacia debe prevalecer sobre la confrontación y los líderes mundiales deben actuar con responsabilidad para evitar una escalada aún mayor de las tensiones.
A través del compromiso con la paz y la cooperación internacional, podemos evitar el desastre y construir un futuro seguro y próspero para todos… en epecial, para México. De lo macro a lo micro, aunque ese, ¡ese es otro tema!
#GlobalMedia #Economia #México #Irán #Israel #PEMEX