Hay quienes dejan volar tanto su imaginación, que confunden sus fantasías con la realidad. Eso le viene ocurriendo cada vez más a Sabina Berman, que patina consigo misma con frecuencia asombrosa. Y aunque la realidad sea terca, ella se aferra a su ilusión. Afirmó, hace no mucho, que los medios “no alertaron” sobre el impacto de Otis, en las horas previas a que tocara tierra en Acapulco como poderoso huracán categoría cinco. La realidad la desmintió, pero ella se aferró a lo suyo. No le importaron los videos testimoniales sobre las coberturas televisivas, por ejemplo, de Tv Azteca y ADN 40 (hablo de esas particularmente, porque las conozco), la noche previa al golpe, precisamente alertando sobre el devastador impacto que vendría. Su más reciente ocurrencia tiene que ver con un “complot” que abarca América Latina, a través del cual los medios de comunicación propiedad de “oligarcas neoliberales” se han convertido en “la oposición” y están dispuestos a todo, incluso impedir que “el presidente se comunique con el pueblo”.

Su imaginación construyó la idea de que la oposición en este país la encabezan los medios “propiedad de oligarcas neoliberales” que, según publicó en un texto el pasado fin de semana en El Universal, “se enamoran de su creciente poder y quieren gobernar”. Después de resaltar en su artículo que ‘Lord Molécula’ y sus secuaces youtuberos hacen una labor “heroica” -no es broma-, y asegurar que el Canal 14, donde sólo hay voces afines al oficialismo y hay todo menos pluralidad, es “el único canal de izquierda”, Berman afirma que hay fuerzas oscuras que son tan malas, que provocan todos los males.

Su texto es tan simplista que compra –y alimenta- la narrativa que los gobiernos sin resultados repiten al unísono para escudarse por su incapacidad: todo es culpa de la oligarquía, incluidos sus fracasos y, en ocasiones, actos ilegales. Ella parece creer que cualquier cuestionamiento por parte de los medios, es una ‘campaña negativa’, cuando lo cierto es que la prensa igual ha cuestionado y criticado a Fox, Calderón, Peña y AMLO. Así funcionan las democracias, aunque ahora le incomode. ¿O ya olvidó el rosario de críticas a los antecesores de López Obrador?

La propia Berman era parte de ese “complot golpista” en sexenios pasados. ¿También se asumía como “Oposición mediática”? El periodismo existe por algo. Berman y otros que se han acomodado con el poder, lo olvidaron, y decidieron desempeñar el rol de comparsas y voceros, pero es obligación y compromiso de los medios contrastar ideas, dar paso a la pluralidad, investigar y revisar al poder, y cuestionarlo. Berman concluye invitando a un "ejercicio de imaginación"... quizá eso sea lo único cierto en todo su texto: no hay nada más que su imaginación en un artículo repleto de prejuicios y sin mayor soporte que el deseo de quien lo escribe. Pero como en muchas otras de sus afirmaciones, sus sueños no bastan para que la realidad sea distinta. POR MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN

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