Vínculo copiado
El número de personas en pobreza extrema aumentó 2.1 millones
13:02 sábado 19 marzo, 2022
México“El pobre es pobre porque quiere”, dice una frase popular, según la cual, quien se encuentra en los niveles más bajos de la escala socioeconómica es porque no ha hecho el suficiente esfuerzo para salir de ahí. Lo cierto es que, además de las ganas y el deseo de no ser pobre, se requiere también de condiciones que faciliten a las personas el ascenso y si a eso sumamos los factores de la pandemia, entonces hay aún más obstáculos para conseguirlo. "Antes de que se diera a conocer el primer caso de coronavirus en México, de cada 100 hogares en el estrato socioeconómico más bajo, 74 permanecerían ahí toda su vida, con muy pocas opciones de movilidad social, de acuerdo con la encuesta ESRU de Movilidad Social en México del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY). "Lo que los estudios de movilidad social nos indican es que no importa cuánto esfuerzo realice una persona que proviene de los estratos socioeconómicos más bajos, 74 de cada 100 veces se van a quedar ahí; no estamos diciendo que no hay personas que con grandes esfuerzos pueden lograr mejoras, pero lo que sí sabemos es que esos esfuerzos tienen que ser muchísimo más grandes que los realizados, quizá, por una persona que nació en condiciones con más ventajas”, explicó Mónica Orozco, investigadora asociada externa del CEEY. "En condiciones de pandemia hemos observado con el deterioro de las condiciones socioeconómicas de las familias que no sólo quienes estaban en pobreza ahí se quedaron, la crisis sanitaria hizo que un segmento de la población pasara a formar parte de las filas de pobreza o disminuyera su posición dentro de la escala social”, agregó. Entre 2018 y 2020, último dato disponible del Coneval y que se actualizará en 2022, 3.8 millones de personas se sumaron al nivel de pobreza, alcanzando el 43.9% de la población y el número de personas en pobreza extrema aumentó 2.1 millones afectando al 8.5% de la población. Orozco, también directora de Genders A.C., recordó que en crisis pasadas los datos de recuperación macroeconómica han mostrado que la economía ha tardado alrededor de seis años en recuperar las pérdidas, por ejemplo, en golpes como la crisis de 2008. "El problema adicional que enfrentamos en este momento es que esta crisis no fue sólo económica, sino que ha puesto en jaque los sistemas de protección social, sobre todo, de salud, pues la gente no pudo volver a realizar sus actividades por el miedo al contagio”, resaltó. El CEEY plantea que aún hacen falta políticas públicas que ayuden a los hogares de los estratos socioeconómicos más bajos a alcanzar más oportunidades y mejores condiciones de ascender en la escala social; hacen hincapié en las políticas de protección a los cuidados, pues benefician a las mujeres, quienes históricamente se encargan del cuidado de niños y personas adultas o con enfermedades crónicas o que viven con discapacidad. Además de ser el 50% de la población, también son el género con más dificultades para ascender en la escala social.
LA POBREZA LABORAL La recuperación laboral se ubica ya en niveles superiores a la prepandemia, en 2021, la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Inegi cerró con 3.5 millones de nuevos empleos, además un crecimiento paritario con 47% de los puestos para las mujeres y 53% para los hombres. Sólo en Tabasco, Morelos, Sinaloa, Veracruz y Guerrero la población ocupada sigue siendo menor a la registrada a principios de 2020. Sin embargo, la informalidad es la que ha impulsado la recuperación de los empleos, advierte el Instituto Mexicano de Competitividad (IMCO), al final del 2021 eran 55.8% del total de trabajadores (31.6 millones de personas). Esto, además de la falta de derechos laborales, significa una menor percepción, pues de acuerdo al IMCO, por cada 100 pesos que gana un trabajador formal, uno informal percibe sólo 55 pesos. En estados como Oaxaca, Ciudad de México, Campeche o Puebla los trabajadores informales ganan 50% o menos que un trabajador formal. Esto se traduce en pobreza laboral, que no es lo mismo que la pobreza multidimensional medida por el Coneval. "Tenemos un incremento de 5.5 millones de personas en pobreza laboral respecto de la que había antes de la pandemia, entre el primer trimestre de 2020 y el último de 2021, lo cual definitivamente afecta no sólo a los trabajadores, sino también a sus familias, a los niños, a una mayor proporción de la población”, señaló Ana Bertha Gutiérrez, coordinadora de Mercado Laboral y Comercio Exterior del IMCO. La pobreza laboral mide el ingreso que percibe un hogar, ya sea que hay un trabajador o varios en la familia, se juntan los recursos y se consideran para todo el hogar y al dividirlo entre todos sus miembros hay que ver si ese ingreso laboral per cápita alcanza para que cada integrante tenga la posibilidad de adquirir el valor de una canasta alimentaria básica. La proporción actual en pobreza laboral es de 40.3% de la población, un rezago que ha crecido con la pandemia, pues antes de ella se ubicaba en 36.6 por ciento. "Esto va de la mano con otros problemas que no sólo generan vulnerabilidad en el momento, sino que tienen el potencial de alargar estos efectos; el rezago educativo, por ejemplo, incrementó, por la naturaleza de la pandemia, pero eso afecta la posibilidad de movilidad social de quienes están en pobreza y también tuvimos un agravamiento muy significativo en el acceso a los servicios de salud”, refirió Gutiérrez. Por otra parte, el IMCO también recuerda que entre 2019 y 2021 desaparecieron 33% de los negocios que había en el país y aunque los números han incrementado, aún hay un déficit de 400 mil negocios para estar al nivel prepandémico. La organización Transformando Justicia A.C. ha buscado hacer llegar la equidad social a las personas más afectadas por las consecuencias de la pandemia por el coronavirus, a través de 35 amparos han conseguido que mil 707 personas tengan un “mínimo vital”, para sobrevivir.
APRENDER PARA EMPRENDER Una pandemia es un aspecto que todo emprendedor debería incluir en su análisis FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas) de ahora en adelante, fue uno de los aprendizajes de Karla Herrera, originaria del municipio de Cuautitlán Izcalli, en el Estado de México. Antes de la pandemia tenía dos proyectos de emprendimiento, las libretas artesanales Hilito Rojo y la organización del Gran Bazar Lago de los Lirios, el cual fue cancelado dos días antes de su inauguración por el inicio de la jornada Nacional de Sana Distancia en marzo de 2020. Para agudizar la situación, ella y su pareja habían decidido comprar su primera casa, la cual aún no pueden habitar, por cambios que requiere la estructura. "Al yo dejar de recibir lo de las libretas y de cierta forma lo del bazar fue preguntarnos qué vamos a hacer, ¿y si llega un punto en el que no podemos pagar la casa, nos la van a quitar?, ¿y qué vamos a hacer si apenas estamos construyendo un futuro?”. La producción de las libretas paró algunos meses porque también los proveedores dejaron de entregar material y era más caro traerlo de estados como Yucatán, a la pareja de Karla le redujeron en 30% su salario, cada uno tuvo que regresar a la casa familiar. SOBREVIVIR A COVID, AL CÁNCER Y AL DESEMPLEO Cuando Fabiola González se enfermó de covid-19 en febrero de 2021, no fue su mayor preocupación, apenas había recibido la primera de sus quimioterapias para erradica el cáncer de mama que le habían detectado en septiembre de 2020. Pasaba, además, por una crisis financiera, pues desde el inicio de la pandemia en México no había podido trabajar por tener que cuidar a su hija que entonces estaba en preescolar. De ser quien solventaba muchos gastos ahora tuve que pedir préstamos, tuve que vivir a veces sin un centavo”, contó a Excélsior la abogada, quien un año antes de la pandemia tenía un cargo público como jueza deportiva. Pese a su lucha contra el cáncer y el desemplo, Fabiola jamás se rindió, Fabiola descendió en la escala social mientras se curaba del cáncer y volvían las clases regulares de su hija, superando también covid-19 sin secuelas significativas, justo esta semana comenzó un nuevo empleo, las deudas adquiridas en dos años siguen vigentes. (Debes) tener fe y priorizar lo que quieres”, señaló.
COVID PERSISTENTE AMAGA EL FUTURO
En los últimos 16 meses, César Medina, de 36 años, originario de Guadalajara, se ha contagiado tres veces de covid-19: La primera fue la más grave de todas, sin llegar a tener compromiso pulmonar, pero desde entonces es un paciente que vive con covid persistente. "No soy la misma persona de antes; no tengo la misma energía, no tengo las mismas capacidades cognitivas, siento que hay algo que me está chupando la vida por dentro”, dijo. Entre sus síntomas persistentes hay alteraciones en la memoria, cognitivas, enfocadas en el sistema nervioso central; dificultad para concentrarse, para hablar, para realizar tareas complejas; también se vio afectado su sistema gastrointestinal, con constante inflamación y cambios en sus evacuaciones y también se comprometió su sistema inmunológico. A nivel nacional, el IMSS había atendido a casi 178 mil personas con diversas complicaciones o secuelas del también llamado síndrome postcovid hasta agosto de 2021. Al presentar las cifras, la institución detalló que una valoración médica de salud en el trabajo podría dictaminar una Incapacidad Permanente St-3. Sin embargo, César considera que covid persistente es una condición no reconocida por los servicios de salud. Sus padecimientos le hicieron perder su trabajo en el municipio de Tlajomulco. "Estoy prácticamente viviendo de mis ahorros, al ser un joven de 31 años me encantaría poder regresar a trabajar, pero no me es posible por mi salud y tampoco tengo un beneficio económico por parte del Estado, porque no hay reconocimiento, no tengo seguridad social”.
Hay días en los que no puede salir de la cama por las secuelas de covid. "Si no hay reconocimiento no hay pacientes y si no hay paciente no hay necesidad de diseño de política pública; entonces, una persona que tiene covid persistente, con síntomas completamente incapacitantes, tiene que lidiar con el estigma y el rechazo en sus sitios de trabajo, porque pareciera que creen que es un berrinche personal estar enfermo y no hay credibilidad”, dijo. "Mientras se siga subestimando la pandemia van a dejar a toda una generación incapacitada, sin posibilidades de tener un futuro, con sueños truncos, únicamente por querer hacer que la maquinaria económica siga circulando, pero dándose un balazo en el pie porque contradictoriamente están haciendo que las personas que están en una etapa productiva no pueden trabajar”. Por su propia experiencia considera que en el futuro no muy lejano se va a observar el aumento de la pobreza por personas como él que sean olvidadas por las instituciones. Para darse y dar acompañamiento, sobre todo emocional, creó el grupo Covid persistente México comunidad solidaria, donde más mexicanos con secuelas comparten sus aprendizajes. "Como pacientes tenemos el compromiso de seguir apoyando, de seguir construyendo una comunidad en la convalecencia, de seguir extendiendo lazos de solidaridad y apoyo mutuo, de seguirnos acompañando, de seguir buscando, indagando información, de seguir creando redes”, señaló.
LA CERVEZA LO SALVÓ DE LA POBREZA LABORAL
Jorge Paredes fue salvado por la cerveza de caer en la pobreza laboral tras ser despedido en julio de 2021, después de 13 años de trabajar en una empresa de outsourcing. La cerveza lo salvó porque desde dos años antes, junto con su pareja, había iniciado una microempresa de cerveza artesanal: Malta Caníbal. "Me quedo sin trabajo y la única opción que me queda es darle a la empresa, entonces a raíz de esta pandemia fue cuando la empresa se empieza a constituir un poco más, a invertirle un poquito más a todo esto y es cuando de una producción de 120 litros al mes, estamos produciendo cerca de mil 500 litros al mes”, comentó Jorge. "Malta Caníbal es una microempresa, somos muy poquitos empleados, pero afortunadamente hemos tenido buenas respuestas de los clientes, tanto de establecimientos como personas”, dijo Diana Hernández, pareja y socia de Jorge. La producción de la cerveza se realiza en Chalco, Estado de México, siendo una de las microempresas que lucha por mantenerse viva con las condiciones económicas generadas por la pandemia y las influencias económicas internacionales de los últimos años. Sin descender ni ascender en la escala socioeconómica, Diana y Jorge pueden solventar sus gastos personales y los gastos de la empresa.
--
Con información de Excélsior