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En la visita de Marco Rubio a México no se avizora la firma de un acuerdo de seguridad con EU
00:11 martes 2 septiembre, 2025
ColaboradoresEl Secretario de Estado Marco Rubio llega a México, para una breve visita que bien podría ser definida como "de revisión de cooperación" de los temas existentes pero también una escalada en la que también podría ser considerada como parte de la política de presión constante del gobierno del presidente Donald Trump.
La visita no incluye, como se reportó equivocadamente desde mediados de semana, la firma de un acuerdo de seguridad. La agenda real tiene mucho que ver con la cooperación bilateral, "pero implica trabajar dentro de los marcos existentes para abordar desafíos compartidos como el narcotráfico, los flujos migratorios y el crimen organizado", según una declaración del Departamento de Estado.
Pero la visita refleja también la relación asimétrica entre los dos países y ciertamente la dureza de Trump en su política exterior, especialmente frente a los países que dependen de su relación comercial o de seguridad con Estados Unidos, incluso aquellos que como los europeos son además aliados militares.
Nada nuevo en realidad. La fórmula política de Trump, residuos de sus tiempos como empresario y la base de su reputación como negociador, es usar todos los medios a su alcance para exigir lo más que pueda y acabar por lograr tanto como sea posible.
Hoy en día, por eso, "no perder es lo que cuenta como victoria para los líderes mundiales, porque Trump está aplastando a la mayoría con sus exigencias, a menudo extorsivas", precisó un análisis de político.com.
En el caso mexicano, la presión es considerable. La visita de Rubio fue precedida a final de la semana por otra del senado Ted Cruz, republicano de Texas, que exhortó al gobierno mexicano a aceptar una más profunda asociación de seguridad con Estados Unidos para combatir a los cárteles del narcotráfico, que calificó como un peligro para la seguridad nacional de su país.
Los anuncios de firma de un acuerdo de seguridad, que si bien pueden ser deseables para los Estados Unidos no figuraba en la agenda de la visita de Rubio, pueden ser vistos de varias formas: desde una simple diferencia de terminología hasta una maniobra para prevenir, o frenar en lo posible, presiones del estadounidense para imponer términos que pudieran considerarse como lesivos para la soberanía mexicana. O como sugieren algunos, sea una señal de la mala lectura, o desubicación de los consejeros de la mandataria.
Pero a fin de cuentas, no se puede ignorar una debilidad económica relativa.
El hecho es que la presidenta Sheinbaum se encuentra en una posición difícil, a pesar de que su disposición a establecer una colaboración abierta pero calificada con las metas de Trump le han creado una imagen de negociadora hábil.
Habría que destacar que el mérito de Sheinbaum en mantener una relación correcta con Trump, conocido por su volatilidad, no es poca cosa, aun cuando sus logros se hayan limitado a reducir el monto de aranceles a productos mexicanos, prevenir la entrada de militares estadounidenses y extraditar decenas de delincuentes presos a custodia estadounidense y en lo inmediato, demorar la imposición de nuevas tarifas.
POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
COLABORADOR
@CARRENOJOSE