La familia. Origen y motivo de tantas alegrías y sinsabores, de tantas competencias y admiraciones. Bien lo dijo Tolstoi: “Todas las familias felices se parecen entre sí; cada familia infeliz es infeliz a su manera”. Frase que no por certera deja de ser tremenda.

La familia siempre sale, para bien o para mal. Hay familias mafiosas, familias narcas, bandoleras, pero también familias de carpinteros, de deportistas, de artistas y claro, como en toda actividad humana, también hay familias de políticos. Hay familias internacionalmente famosas que se han dedicado a la política, podemos mencionar a los Kennedy, a los Bush, en Estados Unidos o algunas bastante menos prestigiosas como los Somoza o los Kirchner. En México también tenemos los nuestros: los Salinas de Gortari, los López Portillo y últimamente Morena ha hecho una gran aportación a las familias políticas: los López Obrador, los Alcalde, los Taddei y claro triunfadoras como muy pocas: los Monreal.

De origen zacatecano los Monreal, por lo menos los que se han dedicado activamente a la política, se han repartido las posiciones políticas en la entidad de una manera obscena según algunos maledicentes, pero en realidad lo han hecho de manera solidaria. Pareciera que los Monreal son un territorio autónomo, una entidad en sí misma: Zacatecas de Monreal debería llamarse la tierra que vio nacer a tan generosa familia.

Como todos sabemos los esfuerzos de los hermanos Monreal son de ayudar de manera desinteresada al crecimiento y desarrollo del estado que los vio nacer. Nada mejor le puede pasar a una población que contar no con uno sino con tres personajes dedicados en cuerpo y alma al mejoramiento de la vida de los habitantes del lugar. Zacatecas es la envidia de las demás entidades de la República. Contar con eso niveles de crecimiento económico y servicios de calidad solamente se consigue con esa mezcla de franciscanos y políticos que ya hubiera querido la Inglaterra de Churchill. Claro, en la lucha por la mejora de las cosas y la instauración del bien común siempre saltan discrepancias y molestias hasta en los mismos miembros de la familia que son todo bondad y desinterés.

Hay que advertir algo: los Monreal también son humanos, aunque eso a veces se olvida al hora de conocer ciertos aspectos negativos o, por decirlo de otra manera, no tan buenos de la triada sicótica zacatecana. Sí, para qué negarlo, hubo pleito. Pero no se crean que es un vulgar zafarrancho por un botín, es una lucha por el turno de a quién le toca hacer el bien. Ellos siempre buscan la manera de lograrlo. Por eso uno es gobernador, otro senador y el otro diputado; pocas muestras de desprendimiento y amor a los demás como estar en esos puestos trabaje y trabaje.

Por supuesto, como toda familia, los Monreal también están expuestos a las influencias externas. Como bien dejó en sus enseñanzas López Obrador, el mundo es malo, nada como casita, la familia que tanto nos quiere y donde todo se arregla. Pero las malas lenguas, los pérfidos conservadores han difundido de manera perversa que Saúl está enojado con David y que David no saludó a Ricardo como todos vieron en un video. Sí, es cierto, eso pasó ¿y qué tiene? Si es cierto que los ricos como Noroña y como Andy también lloran, los Monreal también se pelean.

Gracias a Dios para Zacatecas, el asunto no pasó de una discusión casera y muy sonrientes se tomaron una foto reflejando unidad. Seguramente esto beneficiará a Zacatecas y es una prueba para Morena: si en el movimiento hay desunión entre los Monreal hay unidad. Y tengan la seguridad de que habrá un Monreal en la boleta, eso ya es una tradición en la entidad.

POR JUAN IGNACIO ZAVALA

COLABORADOR

@JUANIZAVALA