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Maduro ha probado ser un maestro de la supervivencia política, así que hay que buscar los motivos ocultos
00:02 miércoles 21 mayo, 2025
Colaboradores¿Qué problema doméstico enfrentará el gobierno de Nicolás Maduro que le hace necesario provocar una crisis externa que mal manejada podría llevarlo a un conflicto bélico?
La pregunta es válida a partir de la determinación del conflictuado gobierno venezolano de realizar elecciones para designar autoridades locales en un territorio que en él para Venezuela mejor de los casos está en disputa legal y en el peor es parte de otro país.
Las elecciones del 25 de mayo pretenden definir gobernadores, diputados y consejos legislativos en un territorio de casi 160 mil kilómetros cuadrados con grandes recursos naturales, pero con escasa población.
Algunas fuentes hablan de tal vez 125 mil habitantes, mayormente indígenas, pero también hay rumores de asentamientos más o menos ilegales de personas de origen venezolano.
El hecho es que Venezuela mantiene hace décadas un reclamo legal sobre un territorio que se queja, fue ocupado hace más de un siglo por Gran Bretaña e incorporado a lo que es ahora la República Cooperativa de Guyana, una nación de 800 mil habitantes de origen indio, africano e indígena.
El reclamo venezolano es dramatizado por el creciente número de descubrimientos petroleros y mineros, y las consecuentes concesiones comerciales, en Guyana, especialmente en la región esquiva y sus aguas adyacentes.
Esa situación parece haber espoleado al gobierno venezolano, que ya hizo un "referendo" sobre la propiedad del Esequibo -aunque no en el Esequibo-, y ahora los comicios, a pesar de una orden de la Corte Internacional de Justicia.
El gobierno venezolano parece, sin embargo, necesitado de anotarse un "triunfo patriótico" y de acuerdo con la prensa regional, ha incrementado por meses su presencia militar en la frontera y la intención de "autorizar" desarrollos económicos en el territorio en disputa.
De empeorar, el diferendo podría colocar a Venezuela en el centro de una crisis político-militar que no sería útil para nadie y pondría al gobierno Maduro en una posición pública internacional comprometida.
Por un lado, parecería al menos listo para atacar a un país mucho menor mientras el caso está en revisión en cortes internacionales; por otro, en lo práctico, desde Brasil hasta Colombia y de paso los países de habla inglesa del Caribe podrían reaccionar en formas negativas para Maduro.
Ciertamente, podría esperar el apoyo de Nicaragua y Cuba, pero el juego político sería mucho más complicado de lo que hoy parece.
Una iniciativa bélica, podría enfrentar la intervención de fuerzas brasileñas, y posiblemente hasta británicas y estadounidenses.
Las supuestas "elecciones" parecen por lo menos un intento de ejercer autoridad soberana sobre un territorio en disputa, pero dejan muchos interrogantes, incluso el porqué ahora.
Maduro ha probado ser un maestro de la supervivencia política, así que hay que buscar los motivos ocultos.
POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
COLABORADOR
@CARRENOJOSE