Comenté aquí que la 4T nos trajo un regalo especial: certificadores de indígenas. Parece ser que una persona, específicamente Xóchitl Gálvez, solo califica como eso, como indígena, con el aval de los moneros oficialistas y del presidente. El “índiómetro”, le llama la propia Gálvez a este obsequio de la nueva izquierda. Bueno, pues hay otro. Un de Manual de Carreño para indígenas. No es solo que necesites un certificado. Es que además necesitas acatar una serie de normas de comportamiento. Aquí tienes una guía. Por ejemplo, la guía indica que los indígenas tienen que ser de izquierdas. Así se lo dijo Epigmenio a la referida aspirante con Ciro Gómez Leyva. Que cómo es posible que haya trabajado con Fox, y que qué hace tan cerca del PRI, ella que antes creía en el socialismo. A lo mejor es que al Epi le faltan dos o tres lecturas sobre las aportaciones del socialismo. El hambre, el gulag… Esas cosas. Y a lo mejor se le olvida, como le dijo la propia Gálvez, que en Morena anda un tal Bartlett. O, podríamos añadir, un tal Napito. Ah, y el Cuau y el Cuit. O que tienen de embajador a algún priista no tan incuestionable. No importa. La cosa es que el indígena debe estar bien alineado, o alineada, en lo ideológico. Al parecer, tampoco se vale usar bicicletas caras. Más de uno se soltó con que la bici de aquella famosa foto de doña Xóchitl es costosísima, como de 30 y algo mil pesos. Y luego se soltó con algunas equivalencias. Por ejemplo, que con ese dinero los indígenas decentes compran X kilos de maíz. Ojalá que los representantes del progresismo mexicano contemporáneo extiendan la lista de prohibiciones para indígenas bien portados. A uno le surgen dudas. ¿Les parece que Xóchitl Gálvez tiene derecho a, digamos, comer carne, o el rib eye la desnaturaliza porque le tocan frijoles y tortillas? ¿Los huaraches son a huevo o puede usar tenis (baratitos) si va a hacer ejercicio? Mi punto es que este Manual es una estupenda aportación, aunque incipiente. Hace falta una lista detallada de comportamientos y prácticas aceptables en todos lo terrenos. Supongo que su éxito empresarial es inadmisible. Pero ¿sus coches, por ejemplo, pueden ser Suburban como las que usa el presidente ahora, o a fuerza Tsurus como los que usaba cuando era pobre? ¿Puede hablar inglés? Supongo que no. Si tiene un encuentro, justamente, con AMLO, ¿cabe interpelarlo, o tiene que limitarse a ponerle una corona de flores? ¿Está bien que le vaya al Cruz Azul porque es una cooperativa, o no porque es un equipo con dinero? Más aun: ¿tiene derecho a ser aficionada al futbol, deporte inglés? Se me ocurre que, para redactar este Manual, se podría formar un dream team como el de la Cartilla Moral. Podría encabezarlo El Fisgón. Está muy interesado en el tema y seguro que necesita otra nómina para redondear la quincena. Por Julio Patán 

Colaborador

@juliopatan09