El Estadio Nacional Julio Martínez Prádanos fue el recinto donde Marruecos volvió a sorprender al mundo del futbol juvenil con un triunfo contundente sobre Brasil por 2-1, en el Mundial Sub-20. La victoria confirmó lo que se intuía desde la primera jornada del Mundial Sub-20 en Chile. Esta generación marroquí no llegó a participar, llegó para dominar. Aunque Brasil acortó distancia en tiempo de compensación, ya era muy tarde. El partido se rompió al minuto 60. Un centro desde la banda derecha encontró a Othmane Maamma en el área. El atacante se lanzó en una media tijera perfecta que superó la estirada de Otávio Costa. La anotación fue una la declaración de un equipo que juega sin complejos. Brasil intentó reaccionar, pero se encontró con un rival que parecía multiplicarse en cada sector de la cancha. Marruecos presionaba alto y corría con decisión en cada contraataque. Al minuto 76 Yassir Zabiri aprovechó los espacios y definió cruzado. El segundo gol silenció a los festivos aficionados brasileños. La actuación continuó con la narrativa que mostró el conjunto africano en su presentación contra España. En aquel duelo Gessime Yassine deslumbró con un gol y una asistencia. La precisión de sus pases y su capacidad de desequilibrio anunciaban que había talento para ilusionarse. Frente a Brasil, el joven mediapunta volvió a ser un motor ofensivo. Detrás de las luces ofensivas emerge también la figura de Yanis Benchaaouch. El portero sostuvo al equipo con atajadas determinantes en el triunfo sobre España. Su presencia bajo los tres palos transmite seguridad. Contra Brasil su intervención fue menos exigida, pero su liderazgo resultó evidente. Iago Teodoro por la vía del penal marcó para Brasil que en su presentación en Chile empató con México. La historia del futbol marroquí en categorías menores había estado marcada por la irregularidad. La última vez que se enfrentaron a Brasil en un Mundial Sub-20 fue en 2005 en Países Bajos. Aquella vez perdieron el partido por el tercer lugar. Hoy, dos décadas después, la revancha llegó con un aire de inevitabilidad. La selección sudamericana sigue generando dudas tras empatar en el debut contra México. La falta de claridad ofensiva volvió a repetirse. Ni João Cruz ni Wesley Ribeiro pudieron quebrar la disciplina táctica de Marruecos. La derrota deja a los brasileños contra la pared en un grupo que se ha convertido en un campo minado. Brasil cerrará la fase de grupos contra España. Historia negativa  Por primera vez, Brasil no ha logrado ganar ninguno de sus dos primeros partidos en el Mundial Sub-20. FUENTE EXCÉLSIOR