La historia de “Ingeniero”, un perrito que fue adoptado por estudiante de la Universidad Tecnológica de Tehuacán, en Puebla, terminó luego de que fue localizado sin vida y con huellas de violencia en su cuerpo, causando indignación entre la comunidad estudiantil y los defensores de los animales. De acuerdo con “Protegiendo Huellas UTT”, colectivo de estudiantes de la universidad para proteger a perros en situación de calle en la localidad de San Pablo Tepetzingo, “Ingeniero” fue asesinado el pasado martes 31 de octubre, aunque sus restos fueron localizados el 1 de noviembre. Ignacio Tecua Sánchez, integrante del voluntariado, comentó a medios locales que la noche de los hechos, vigilantes de la universidad habrían escuchado detonaciones de arma de fuego; sin embargo, no se sabe si esos fueron los que terminaron con la vida del can. De acuerdo con el estudiante, alrededor de las 10:30 horas del 1 de noviembre “un compañero que rondaba el área de invernaderos de la universidad se percató que estaba el cuerpo de un perrito sin vida. Fuimos a corroborar y nos dimos cuenta que tenía un impacto de bala cerca de las costillas del lado izquierdo”.  Estudiantes exigen justicia para “ingeniero”

El grupo de estudiantes que pertenecen al colectivo de rescate animal han exigido a las autoridades den con los responsables y advirtieron que no descansarán hasta dar con el o los responsables de la muerte del perrito “Ingeniero”. Los universitarios prevén presentar una denuncia ante la Fiscalía General del Estado de Puebla; además, ofrecerán una recompensa a quien proporcione información para dar con los involucrados en el caso de crueldad animal. El colectivo describió a “Ingeniero” como “un amigo, un vigilante, un compañero leal que alegraba la entrada y los pasillos de nuestra Universidad Tecnológica de Tehuacán con su cariño desinteresado”. Previo al asesinado del lomito ya se habían registrado agresiones a los perros rescatados por los universitarios por parte de comerciantes que están instalados a las orillas de la universidad debido a que ofertan alimentos y estaban en contra de que los perros se acercaran a sus locales. Las agresiones contra los perros rescatados pasaron de lanzarles piedras a aventarles aceite caliente para quemarlos. Mientras las investigaciones avanzan, los estudiantes realizaron un funeral para darle el último adiós a “Ingeniero”. Con información de Excélsior