En el México de hoy, hablar con valentía y verdad, con congruencia y sin miedo puede costar la vida. Alzar la voz e incomodar, puede terminar en la muerte. El sábado pasado asesinaron frente a decenas de personas, en un espacio público, a Carlos Manzo, alcalde de Uruapan. Mataron a quien tantas veces llamó a las cosas por su nombre: al corrupto, corrupto; al criminal, criminal.

Le arrebataron la vida las balas de los criminales, pero también la incapacidad de las instituciones de cuidar a quien tantas veces alertó sobre amenazas en su contra, riesgos a su seguridad y la de los habitantes de su municipio. Lo mató la incapacidad del gobierno, la ineptitud del estado michoacano y las omisiones o complicidades de su gobernador, Alfredo Ramírez Bedolla.

Sobre el mandatario estatal recaen suficientes señalamientos y acusaciones, como para que sea investigado por presuntos vínculos con criminales. ¿El gobernador aún tiene visa estadounidense, por ejemplo? ¿O ya le fue retirada? Michoacán está en manos del crimen organizado. Las evidencias se apilan. Los asesinatos, también. Hace apenas unos días, asesinaron a Bernardo Bravo, líder de los limoneros que exigía seguridad y alto a las extorsiones. Ahora es Carlos Manzo quien acusó al gobernador de colusión con narcos.

“Vas a tener que pasar sobre mi cadáver, y vas a tener que matar a mucha gente para permitirte que sigas robando y extorsionando al pueblo de Michoacán y de Uruapan, con tu Guardia Civil (…) hoy tienes a todos los corruptos que criticaste en tu campaña, trabajando en tu gobierno”, le dijo Manzo a Ramírez Bedolla.

“No vamos a dejar que sigas imponiendo tus intereses corruptos en Uruapan (…) tu policía corrupta nos está matando y secuestrando, estamos rodeados de grupos armados, de fosas clandestinas. Estamos hasta la madre de que cada día se incrementen las desapariciones de mujeres, niñas y jovencitas, mientras tú te vas a la Fórmula 1, hijo de la chingada. No vienes a que te lo diga en tu cara porque andas con un ejército cuidándote, ¿de qué te cuidas? Te cuidas de que otro grupo criminal te dé en la madre, porque estás corrompido hasta la madre. Yo no te tengo miedo. El día que quieras toparte conmigo, Alfredo Ramírez Bedolla, de frente nos partimos la madre, ya seas gobernador o exgobernador, yo tengo huevos para darnos en la madre, porque lo que estás haciendo (es que) estás traicionando al pueblo de Michoacán y nos estás poniendo en riesgo a todos los ciudadanos”, señaló.

Pidió ayuda al Gobierno Federal y aun así lo mataron. “No quiero ser de la lista de los ejecutados”; dijo el 20 de septiembre pasado. Y lo ejecutaron, frente a su pequeño hijo.

“Tengo mucho miedo, pero tengo que acompañarlo de valentía, no nos queda de otra. No podemos dar ni un paso atrás, está en riesgo nuestra vida, nuestro gobierno y de los ciudadanos, inclusive (la vida) del propio presidente municipal”, afirmó.

No solo son los asesinos materiales. Los culpables están dentro del propio gobierno. La incapacidad de las instituciones y autoridades raya en complicidad.

-Off the récord

Nadie confía en el gobernador, ni en la Fiscalía del estado de Michoacán. El caso y la investigación debe ser atraída por la FGR.

POR MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN

COLABORADOR

@MLOPEZSANMARTIN