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Todo para probar un punto: lo fácil que es vulnerar los sistemas satelitales gubernamentales y de empresas privadas en el país
00:01 miércoles 22 octubre, 2025
ColaboradoresEn un texto brutal porque solo fue una relación de hechos, el diario El País expuso uno de los secretos peor guardados que lograron México: la vulnerabilidad de sus comunicaciones institucionales, sean de gobierno, militares, de bancos o de empresas en general. Sin más equipos que una antena parabólica, un motor de posicionamiento y una tarjeta sintonizadora de televisión para capturar datos sin procesar, investigadores de las Universidades de California y de Maryland "accedieron a información sin encriptar de satélites en México, del Gobierno y la Guardia Nacional, de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y de empresas como Telmex y el Banco Santander".
Siempre de acuerdo con el diario, con equipo que costó unos 650 dólares (unos trece mil pesos), los académicos lograron interceptar las llamadas de miles de usuarios, información sensible de inteligencia e inventarios de unidades militares sin cifrar. Todo para probar un punto: lo fácil que es vulnerar los sistemas satelitales gubernamentales y de empresas privadas en el país. Ciertamente, los investigadores no alegan haberse infiltrado en comunicaciones presuntamente secretas y evidentemente tampoco lo buscaban, pero la información pone de relieve el provincianismo de los gobiernos de México, tanto los anteriores a 2018 como los posteriores. Más allá de la anécdota, el informe destaca sin decirlo el síndrome Güera Rodríguez que aqueja al cuerpo político nacional: fuera de México todo es Cuautitlán. Durante una temporada, sobre todo la década pasada, hubo varios escándalos por información obtenida mediante grabaciones telefónicas clandestinas.
Pero en un país donde ya en 2008 había denuncias sobre "granjas" de "bots" para campañas políticas financiadas por los partidos para adelantar campañas de rumores, ataques o "revelaciones" y en años recientes el grupo de "hackers" autoidentificado como "Guacamaya Leaks". La conclusión, que parece cercana a la realidad, es que el gobierno mexicano carece tanto de un marco legal integrado como de los recursos ya no solo para contraespionaje y cuidar de la seguridad nacional, sino para enfrentar el espionaje interno que bien podrían hacer grupos del crimen organizado con los recursos y el interés en hacerlo. De acuerdo con reportes de medios especializados, México enfrenta "importantes desafíos" de ciberseguridad, toda vez que experimenta un alto volumen de intentos de ciberataques y es un objetivo prioritario para los delincuentes. En al menos una estimación, "México representa una gran parte de los ciberataques en América Latina, con un aumento de 78% en los intentos solo en 2024, que afectan tanto al sector público como al privado". La visión es preocupante en todo caso. Para la analista Stephanie Henaro, “en plena reconfiguración del orden global, México no tiene doctrina de defensa, no tiene sistema nacional de inteligencia estratégica y no tiene liderazgo regional”.
POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
COLABORADOR
@CARRENOJOSE