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El caso es grave por donde se le vea, ya que este tipo de acusaciones no deben pasarse por alto, más cuando supuestamente están involucradas personas que deberían brindar seguridad a los ciudadanos.
22:33 lunes 29 agosto, 2022
DESDE LA REDACCIÓN SLPEl pasado día 7 de junio, sorprendió una gran presencia de militares en la Comisaría de Seguridad Ciudadana de Puerto Vallarta, apenas cuatro días antes, Israel García Mosqueda había sido ratificado como comisario de la corporación, luego de la renuncia por motivos de salud el 31 de mayo de Luis Fernando Muñoz Ortega, quien es capitán en retiro de la Secretaría de Marina Armada de México (Semar), el ascenso de quien fuera subdirector de la corporación, al parecer no gustó al personal de la Semar, quienes ni tardos, ni perezosos decidieron imponer a Eloy Girón Alcuria, quien es militar en activo como nuevo encargado de la seguridad primaria del municipio.
En ese momento, los policías municipales recordaron el viejo refrán de ¡ya nos cayó el chahuistle! y más porque apenas unos minutos después, el nuevo comisario decidió que en las patrullas municipales deberían ir policías acompañados por militares de la Sermar en activo.
La cosa no paró ahí y a finales del mes pasado, se decidió que las tres subdirecciones de la corporación: operativa, vialidad y administrativa, también serían dirigidas por militares en activo, pese a ser áreas muy especialidadas en materia de seguridad pública, por lo que ahora toda la corporación será comandada por militares en activo.
El propio presidente municipal, Luis Alberto Michel Rodríguez, ha venido reconociendo que a él prácticamente no se le pidió opinión de dichos nombramientos, esto pese a que el artículo 115 constitucional señala que los municipios tendrán a su cargo la seguridad pública en lo que se refiere a la policía preventiva y el tránsito vehicular.
El pasado fin de semana se presentó un hecho que se puede catalogar de grave, ya que una mujer tras acudir al Seguro Social, acusó a un hombre vestido de color verde olivo de supuestamente haberla agredido sexualmente en los separos de las instalaciones de Seguridad Ciudadana, cuando fue detenida por una falta administrativa. En este momento se sabe que dos situaciones son ciertas gracias a los documentos que existen, el primero es que ella sí estuvo en las instalaciones de Seguridad Ciudadana, aunque según las autoridades municipales, nunca ingresó a los separos y la segunda, es que según constancias médicas, ella sí fue agredida sexualmente.
El caso es grave por donde se le vea, ya que este tipo de acusaciones no deben pasarse por alto, más cuando supuestamente están involucradas personas que deberían brindar seguridad a los ciudadanos. Cabe señalar que las funciones de un militar y un policía preventivo son bastante opuestas, ya que el militar está preparado para la guerra, es decir cualquiera que luzca sospechoso se verá como un enemigo; mientras que el policía preventivo debería estar preparado para actuar de manera eficiente en hechos que constituyan delitos menores y faltas administrativas.