Vínculo copiado
#ESNOTICIA
#ESNOTICIA
Lo aprendió Bartlett con las protestas de los comensales por su encantadora presencia en un restaurante de Polanco; lo aprendió Noroña en la sala VIP
00:10 domingo 14 diciembre, 2025
Colaboradores
Salvo el caso de que este país se convierta en una versión 2.0 de Cuba, con comités de defensa de la revolución y demás mecanismos de control, la dirigencia obradorista va a tener que aprender a vivir con muchas incomodidades en sus apariciones públicas. Es un hecho: hay una buena cantidad de mexicanos que tiene muchas inconformidades con el oficialismo, y lo hacen evidente, en el espacio común, de una manera cada vez más sonora. Lo aprendió Bartlett con las protestas de los comensales por su encantadora presencia en un restaurante de Polanco; lo aprendió Noroña en la sala VIP del aeropuerto (la humillación a que sometió después al ciudadano que lo increpó no lo salva del mal momento); lo aprendió Arturo Zaldívar cuando salió a votar, y lo aprendieron hace un par de días tanto Alicia Bárcena como Sabina Berman. En la FIL Guadalajara, recordemos, tuvo lugar el mega oso de Enrique Peña Nieto con la escena famosa de sus tres libros favoritos, y el presidente Peña, para decirlo con todas sus letras, aguantó vara, muy democráticamente, como aguantan vara los escritores, funcionarios e influencers que, según es natural en espacios de intercambio de ideas, tienen que responder a cuestionamientos y hasta burlas con bastante frecuencia. Caso inédito en la historia de la Feria, a un joven muy inquieto en redes sociales, Arturo Herrera, le impidió la policía el paso a la presentación de Berman, a la que le había avisado en X, varios días antes, que iría a cuestionar. De nada valió. En el público hubo otras personas decididas a interpelarla, y a las que, muy patosamente, se pidió también que salieran de la sala. Quedó grabado. En lugares tan poblados como la FIL, donde se juntan verdaderas multitudes, ni con la fuerza pública silencias a la crítica. Queda el recordatorio. Mucho más relevante es el caso de la secretaria del Medio Ambiente, que cometió un error de novato en la FIL o, para el caso, en cualquier feria del libro, espacios, hay que insistir, naturalmente respondones. Le tocó a Bárcena una conversación nada menos que con Richard Gere, el actor, y aprovechó el momento para lanzarle a Claudia Sheinbaum un piropo digamos que inclusivo: en México estamos –así: “estamos”– muy orgullosos de nuestra presidenta, vino a decir, y al decirlo dio paso a un abucheo que, al parecer, se oyó hasta la sala de al lado y más allá y le puso una sonrisa desconcertada al figurón de Hollywood. De hecho, es una novatada en esteroides. Esta misma semana, la presidenta anunció que no iría a la inauguración del Mundial en el Azteca, por la evidente razón de que fue ahí, en el mejor estadio del planeta, donde fueron sonoramente abucheados Díaz Ordaz y De la Madrid, en el 70 y el 86. No me defiendas, comadre. Lo que le está diciendo la ciudadanía a la burocracia es: nos vemos en la calle. POR JULIO PATÁN COLABORADOR @JULIOPATAN09