La “militarización” como política de Estado en los últimos 15 años ha implicado un aumento en los recursos de la Fuerzas Armadas, a costa de mayor inseguridad y vulneración a los derechos humanos, advierte el reporte La militarización en México. Hacia la consolidación de una política de Estado 2006-2022. Jacques Costé, consultor especializado en análisis político en Integralia Consultores, expresó que en el análisis de riesgos políticos señala al menos nueve riesgos de continuar con la militarización de la seguridad pública en los que destaca una mayor pérdida en el fortalecimiento y capacidades de las instituciones civiles. También se destaca el riesgo de incentivar “la corrupción y opacidad” debido a que las instituciones militares carecen de mecanismos de rendición de cuentas, lo cual ya ha beneficiado al gobierno federal al señalar a ciertas obras con carácter de “seguridad nacional”. Otro de los asuntos relevantes sobre el funcionamiento actual de las fuerzas armadas, son las autoridades con más quejas por violaciones a derechos humanos, y la opacidad con la que desarrollan sus actividades. Finalmente señalan que, el aumento del peso del Ejército en las decisiones gubernamentales y en el diseño y la ejecución de políticas públicas, se pueden convertir en jugadores económicos, contribuyendo a la posible desnaturalización del ejército, es decir, que las fuerzas armadas dejen de pensar bajo una lógica de seguridad nacional y comiencen a pensar en negocios.